Para eso es necesaria una buena fijación y al mismo tiempo un sistema que nos permita variar la tensión, enroscándolas.
Los extremos de las cuerdas, pues, deberán estar fijados en sitios que no sean susceptibles de quebrarse o doblarse.
Otro punto a tener en consideración es que deben tener una caja de resonancia. De lo contrario, el sonido será demasiado débil.
Veamos algunos trabajos realizados por los alumnos del colegio.
Monocordio construido por Jesús.
Kithara realizada por Adrián.
Cristina construyó esta kithara.
Sergio es el luthier de esta lira.
María hizo este cuatro.
Este laúd cuya caja de resonancia es de coco es de Mónica.
Laura construyó este magnífico salterio.
Bruno es el luthier de este cuatro.
Cristina realizó esta guitarra.
Irene hizo este rabel.
Alberto hizo este magnífico laúd.
Daniel nos trajo a tiempos contemporáneos con esta guitarra.
El arpa que vemos a continuación es un exquisito trabajo de Paula.
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