Páginas

jueves, 10 de diciembre de 2020

Pájaros: dieciséis pinturas musicales a través de la historia.

Sí, esta entrada versará sobre la música y los cantos de las aves, pero me permitirán una digresión.

Y es que esta mañana, en uno de los segundos cursos, ocurrió que la lluvia se les había pegado a la suela de los zapatos. Frotando la planta del pie contra las baldosas, surgían unos gorgeos espléndidos en esta fría y lluviosa mañana otoñal.

El chirrido me distraía del tema que estaba explicando. Si no puedes con ellos, únete a ellos, dice la máxima. Pues así hice: pedí a todos que se sumaran con sus zapatillas. He aquí el mágico resultado:

Ahora sí, comenzaremos este paseo emplumado con una dulcísima descripción medieval de la alondra, compuesta por el trovador Bernart de Ventadorn:



 Can vei la lauzeta mover / de joi sas alas contral rai, / que s’oblid’ e·s laissa chazer / per la doussor  c’al cor li vai, /
 ai! Tan grans enveya m’en ve / de cui qu’eu veya jauzion, / meravilhas ai, car desse / lo cor de dezirer no·m fon.

También del siglo XIII es este canon inglés anónimo sobre el cucú:


Su texto, algo más prosaico, dice aproximadamente:

El verano ha llegado/¡canta en voz alta, cucú!/las semillas crecen y los prados florecen/y los bosques brotan nuevamente.
¡Canta, cucú!/La oveja bala después del cordero/la vaca baja tras el ternero/el toro salta, el macho se pedea.
¡No te quedes callado ahora, jamás!

Continuaremos ya en la Edad Moderna con el irreverente villancico de un compositor renacentista español: Juan del Encina.



Pájaros barrocos:

Pintura de los pájaros de Georg F. Händel, en su ópera Rinaldo, primer acto, escena 6ta. Almirena (enamorada de Rinaldo):

Augelletti, che cantate, /Zeffiretti che spirate /Aure dolci intorno a me, / Il mio ben dite dov'è!
Augelletti ...
Adorato mio sposo, / Vieni a bear quest'alma!




Más de Georg Friedrich Händel: concierto. El cuco y el ruiseñor:



Jean-Philippe Rameau nos regala su recuerdo del canto de los pájaros en esta suite para clavecín: 




El ruiseñor inglés, de Jacob van Eyck:



Antonio Vivaldi pintará el dulce canto del jilguero en este concierto:



Pájaros románticos:

Camille Saint-Saëns y los números de la suite El Carnaval de los animales dedicados al cucú y al cisne:




Pájaros impresionistas y del siglo XX:

Maurice Ravel y sus pájaros tristes.




Olivier Messiaen y sus pájaros exóticos



Messiaen y su mirlo negro:



Un compositor del siglo XX, Ottorino Respighi, basándose en obras barrocas hizo esta pintura musical con forma de suite. En ella estarán descriptos la paloma, la gallina, el ruiseñor, el cucú.




El británico Frederick Delius compone en 1912 este poema sinfónico, On hearing the first cuckoo in spring:





Otro británico, Ralph Vaughan Williams, retratará delicadamente a la alondra en esta obra, El ascenso de la alondra, de 1914.



Pero, lejos de ser las aves una excusa para ser referidas sólo con pinceladas, tenemos una ópera llamada Los pájaros, estrenada en 1920, hace un siglo exactamente, del alemán Walter Braunfels:





sábado, 5 de diciembre de 2020

Rompiendo la cuarta pared en la ópera (página en construcción)

Empezaremos con un fragmento del final del singspiel de Mozart, La flauta mágica, de 1791, para ejemplificar el uso de
este recurso que busca sorprender al espectador con la ruptura de la convención de la cuarta pared.

Papageno reclama la atención de las espectadoras, ofreciendo su amor para así evitar el suicidio:



A mediados del siglo XIX y comienzos del XX lo encontramos en tres óperas.

Comienzo de I pagliacci, de Ruggero Leoncavallo.



Final de Gianni Schicchi, de Giacomo Puccini.



Tenemos algún pasaje en que los actores o cantantes se dirigen al público en esta ópera bufa de Jakob Offenbach, Orfeo en los infiernos, de 1858. Una Euridice harta de la música de Orfeo se queja de él al auditorio.