Páginas

domingo, 31 de enero de 2021

A chantar. Trabajos sobre la cansó de Beatriz de Die

En clase escuchamos, entre varios cantos trovadorescos, el de Beatriz, la condesa de Die.
Leímos la traducción y nos dejamos llevar por la sorpresa de ver que hace novecientos años los sentimientos eran entonces como los de ahora.

El hombre, en su esencia, transita los mismos trillados senderos y las emociones difieren muy poco.



Si se sabe mirar, 



en cualquier polvoriento rincón nos espera un sobresalto, 

en un sordo crepitar nos acaricia un recuerdo,

en una mota de polvo cabalga un estremecimiento.

En una mirada reconocemos todo un universo.



Nos reconocemos.



Beatriz vivió hace muchos siglos, cuando aún había caballeros de relucientes armaduras que luchaban contra dragones, 
cuando los castillos eran los solitarios vigías del camino, 
cuando, quizá, el tiempo era más lento.

Beatriz se quejaba, Beatriz se dolía, Beatriz cantaba su despecho. 
Y nosotros que la escuchamos ahora, con algo de retraso, vibramos con sus palabras y sus lamentos, y sabemos cómo se siente.
Vaya si lo sabemos.

Luego de escuchar y leer A chantar, nos propusimos establecer un diálogo con Beatriz, 
invocarla y decirle que aquí estamos nosotros también, unidos en su canto.

Analizamos la métrica de la cansó, nos imbuimos de su ánimo y nos dispusimos a recrear en nosotros mismos esas emociones. 

Pensamos también en qué podría pensar él al recibir sus reclamos. O qué le aconsejaría a Beatriz su mejor amiga. O qué le depararían los días a ese amor.


Cantaré sobre lo que no querría, tanto me lamento del que soy amiga, pues le amo más que a cualquier cosa en el mundo. Pero no valen ante él ni la piedad, ni la cortesía, ni mi belleza, ni mi valor, ni mi juicio, ya que soy engañada y traicionada como si fuera poco agraciada. Me conforto pensando en que jamás y de ningún modo cometería equívoco hacia vos, amigo, sino que os amo más de lo que Seguis amó a Valensa, y me agrada venceros en amor, amigo mío, porque sois el mejor. Sois orgulloso conmigo en las palabras y en los modos, mientras que os mostráis amable con todos. Me sorprende cómo hacia mí vuestro corazón se muestra duro, amigo, por lo que tengo razón para dolerme; no es justo en absoluto que otro amor os aparte de mí, sea lo que sea lo que os diga o conceda 
¡Y recordad cuál fue el inicio de nuestro amor! El señor Dios no quiera que sea mía la culpa de la separación. La noble virtud que habita en vuestro corazón y el alto valor que poseéis me intimidan, pues no conozco dama -cercana o lejana- que, dispuesta a amar, no sea atraída por vos. Pero vos, amigo, tenéis tanto juicio que bien debéis reconocer a la más perfecta, y acordaros de vuestro pacto. Deben ayudarme mérito y nobleza y la belleza y aún más la sinceridad de ánimo, por ello os mando allá donde moráis esta canción, que sea mi mensajera. Y quiero saber, mi gentil y bello amigo, por qué sois tan altanero y cruel conmigo: no sé si por orgullo o mal talante. Más aún quiero que os diga el mensajero: por demasiado orgullo mucha gente ha sufrido gran daño.

















Una de las propuestas para la clase fue la de tomar la melodía y crear nuestras propias versiones recurriendo a la contrafacta y cuidando la prosodia, aprovechando que desconocemos la langue d'oc -lo que nos da una libertad sin ataduras-, y continuar la queja íntima.
Conversar y dialogar a través del arte, la imaginación y los sentimientos con la compositora, visitándola por un rato, canturreando con ella, siendo sus confidentes.
Este es el boceto que surgió como trabajo de creación grupal con un tercero de la E.S.O.
No nos importó tener que hacer uso del falsete: todo es válido con tal de hacer retroceder a los siglos y acercarnos a la trovairit.
Una sensible descripción de esas épocas, nacida del delicado corazón de María Elena Walsh, nos acompañará en nuestro viaje al Medioevo.


Los invito a deleitarse con trabajos de los alumnos, que tomaron prestada la inspiración de la condesa amante.
Comenzaremos nuestro viaje con un romance escrito con exquisita sensibilidad por Fabián:
Romancillo a mi amor prohibido
Oh tú la dulce dama
que en ti la belleza veía.
Oh tú, que en ti pensaba
pasar juntos los dos los días,                                                
el resto de nuestras vidas.
Como la idea me venía
que rondaba en mi cabeza
en las solas noches y los días
al recuerdo de tu dulce
y sincera sonrisa al día
que iluminaba mi vida
como tus ojos al día brillarían.

¡Oh, qué linda la mañana!
Todo brilla aquí en este día
¡Oh! Todo me la recuerda
todo lo bello que venía.
Como la brisa al saludar
como los ríos que oían
mis estrofas hechas de amor.
Para ella que permanecía
en mi mente y corazón
solo ahí en armonía.

¡Oh qué terco yo! en verdad...
Su familia no querría
verla con alguien cuya clase
por un trozo de pan morían.
¡Si junto a ti ellos nos viesen!
Mi cabeza cortarían
y en la desgracia caeríamos
y por mí ella sufriría.
¡Oh. tú, bella dama!
que en mi corazón vivía.
Por ellos no puedo aceptar
tu bello amor que me elegía
con encantos e indirectas.
Trabajo de Mario:

Oh amor mío ahora yo en mi defensa te deberé cantar para demostrar mi amor, afecto y cariño que tengo por ti.  

Mi amor por vos no se compara ni con el de Orfeo por Eurídice. 

Oh querida mía déjame compensar “lo que sea, lo que sea, lo que sea” por ti el cielo a verde haré cambiar. 

Estos años apartado te juro que no volverá a pasar el olvido y egoísmo por mi parte. Te di por mía sin pensar en tus sentimientos querida. Nvuestra piedad, ni vuestra cortesía, ni vuestra belleza, ni vuestro valor, ni vuestro juicio volveré a apartar. Vos alejada de mí no volverás a estar. 

Imbécil, cerdo estúpido, sobre mi tumba podría yacer. Oh, bella Beatriz, cómo la podré compensar. Dejaré mi honor, mi puesto, mi vida por ti, oh, condesa, no volveré a alejarme de ti. 

Ninguna mentira más saldrá de mis labios hacia vos, bella condesa. 

Me arrodillo de súplicas: ni mi honradez, ni mi puesto, ni mis tierras, ni mis posesiones, ni mi reino me importa más que vos ¡Y jamás lo será! 

Beatriz  que mi corazón fue duro, pero vos no os lo merecíais. Me dejé llevar, fui un imbécil sin corazón hacia vos, pero esto no volverá a ocurrir jamás. 

Lo juro por mi reino, por vos, por mi familia y por el rey que seré tal leal como la mascota al dueño, el siervo a su noble, el noble a su rey, el rey a su reino o el clero a la iglesia. 

Yo por vos haré lo que me exijáis.  

 

Trabajo de Julia: 



Trabajo de Adrián:
Debo cantar sobre lo que está pasando
Tú eres mi vida, pensando en ti me levanto
Sé que es profundo, eres mi vida, mi mundo
Pensar en ti... para hacerlo no hay horarios
Solo dame una oportunidad te pido
Yo te amo, enamorarte es mi objetivo
Haces que me sienta bien, que me levante cada día.

Trabajo de Alejandra:
Carta a Beatriz:
Lamento que fueras engañada, ni el amor agrada. Espero que tu amor sea correspondido, pues no hay amor que duela en solo una línea.
Su belleza le conquistará y él a tus pies se pondrá. Él se arrepentirá de sus actos pues tu arrogancia le hará arrepentirse y hacia ti volverá.
Hagas lo que hagas yo te apoyaré y si te lastimas yo te cuidaré.
Tus emociones las comprendo ya que lo que te hizo es horrendo.

Tu fiel amigo.

Trabajo de Iciar: 
 
Trabajo de Iria:
                                             LA CONDESA BEATRIZ Y JUAN
La condesa Beatriz observa triste desde la ventana como Juan su amado, se va
alejando de su casa después de haber tenido una discusión.

- ¿Por qué fui tan tonto de creerte? Yo te quería de verdad, pero tú no me querías
por mi belleza, ni por mi sentido común ni por mi dignidad..
Me consuela porque yo no hice nada malo, y estoy muy feliz de que te hayas enamorado, porque eres muy arrogante conmigo en palabras y en apariencia, pero sin embargo, eres muy amable con todos los demás.
Me pregunto cómo es que te has vuelto tan orgulloso hacia mí, yo tengo muchas razones por las que lamentarme pero no está bien que otro amor te aleje de mí.
-¡Por favor, baja para que podamos hablar! Dame otra oportunidad. Te prometo que no te volveré a engañar, serás mi único amor.
-¡Recuerda cómo era nuestro amor al principio! Lo mucho que nos queríamos. Mi valor, mi nobleza y mi buen corazón deberían ayudarme.
Me gustaría saber por qué eres tan cruel conmigo, no sé si arrogancia o mala voluntad.

Trabajo de Iván:

 
Trabajo de Daniela:
Todo comenzó con un leve dolor en el pecho,
justo después de que mis palabras fueran ignoradas
por tus sentidos por primera vez,
y aún queriendo odiarte desde lo más profundo de mi alma
mi amor por ti
era más grande que tan horrible deseo.
El segundo golpe fue más doloroso que el primero
pero no más que el tercero,
justo después de observarte tratar a una doncella
como la más adinerada reina.
Mi corazón explotando hubiese sido más placentero
que la sensación que experimenté el día que te fuiste por la puerta sin advertencia
mi corazón contigo cruzó el marco de la puerta.
Ensaya Roberto un pedido de una segunda oportunidad a Beatriz:
Cómo te miraría todo el día
Cómo te escucharía todo el día
Cómo te atendería todo el día
Déjame conocerte más todavía.
No tengas miedo a intentarlo
Siempre hay que probarlo
Si algo falla en la relación
No caigas en la tentación.
Sé que habrá alguien mejor
Pero no te dará este amor
Yo no te quiero como amigo
Yo te quiero siempre conmigo.

Trabajo de Naiara Sanz:
No merezco tanto desprecio y eres consciente
de que he dado todo mi ser por ti.
Lo único que pedí fue que pensaras en mí.
Cuando pensaba en ti mi corazón dejaba de latir,
pero ahora solo quedan suspiros de esperanzas ya perdidas.
Quería formar una familia junto a ti
qué ilusa fui al pensar algo así.
Ni una lágrima más derramaré,
soy todo lo que necesito.
Con mi orgullo marcharé
y dejaré de pensar más en ti,
ya que tan molesta te parecí.
Y podré enamorarme
de quien de verdad me cuide con su alma.
 
Trabajo de  Angélica:


Trabajo de Gabriela:
Cristales rotos sostenidos por mis manos
Ventanas que rompiste tú con tus palabras de odio
Y ahora, no paro de pensar si todo fuera diferente
Mas no quiero ser amada por otra persona que no ser parte
Quizá vuelva a sonreír sin tu amor.

Claveles rojos que te traje del jardín
No fui yo quien dijo que siempre estaríamos juntos
Cada vez que te veo bajo la mirada
Ojalá crezca una flor entre las cenizas
Anhelo ese olor que desprendías ese día
Pero  yo te quiero a pesar de la ausencia de vos
Y si me preguntaran si te pienso, respondería un sí.
 
Trabajo anónimo (a pedido del autor):
Mi porqué
    Querida mía, créeme que sí aprecio tu piedad, tu cortesía, tu belleza, tu valor y tu juicio. Entiendo tus confusos sentimientos hacia mí y hacia la extraña relación que hemos tenido, porque he hecho cosas para alejarte, como hacerte ver que me encontraba enamorado de otras mujeres, como alejarme de ti y dejar de hacer caso a las sabias palabras que salen de tus voluptuosos labios, que son uno de los muchos aspectos de tu maravillosa persona que me hacen difícil poner una fría barrera entre nosotros dos. Pero todo esto lo he hecho con la intención más noble que he podido tener jamás, y es que a mi antiguo amor le prometí que nunca ninguna otra mujer ocuparía mi corazón, justo antes de que me abandonara para siempre en el mundo físico, pero como te acabo de decir, siempre estará junto a mí ya que la llevo en el corazón. Por eso he tenido que separarme de ti, para no romper mi promesa, para no permitir que ella ni me abandonara. Fui débil y tentado cuando te conocí, porque, aunque con el tiempo había conseguido mantenerme fuerte a mi promesa, tu inconmensurable belleza destrozó mi fuerza de voluntad que protegía el recuerdo de mi amada. Al haberte conocido sucumbí y me dejé llevar por los fuertes sentimientos que me crearon tus perfectas facciones, tus dulces palabras y tu noble actitud, y permití que entraras en mi corazón, haciendo  que la fuerza de mi amor estuviera en peligro. Por eso me tuve que alejar de ti, y ahora me siento horriblemente culpable, porque jugué con tus sentimientos y esperanzas en nuestro amor, y porque estuve a punto de dejar ir a lo mejor que me ha pasado en mi vida. Así que te pido que por favor trates de entender, no necesariamente ahora, mi manera de actuar que en ningún momento ha sido egoísta. Al contrario, estoy permitiendo que una mujer tan increíble como tú no esté junto a mí, un hombre que vive sin emociones para que la persona que mejor me ha tratado y amado, la que más me ha enseñado y ayudado, la que nunca se separó de mi lado cuando estaba débil, incluso cuando ella necesitaba más apoyo que yo. Todo para que el amor de mi vida no muera del todo.
 
Trabajo de César:
 Estimada Beatriz:
¡Oh! bella Beatriz, le escribo para contestar a su tan bello canto.
Lamento que su pena sea tal y agradezco sus alabanzas y piropos hacia mi persona, pero mi amor está destinado para mi bella y dulce doncella Gadea, con sus finos y rubios cabellos, sus manos tan delicadas, su mirada penetrante, su blanca sonrisa y su tez blanquecina. Tal vez mi querida Beatriz haya sido demasiado descortés con vos, pero estoy totalmente arrepentido, y al ver tal cariño y alabe que me tiene me gustaría encontrarme algún día en persona con su persona para conocerla e intercambiar conversación, aunque mi amada señora siguiera siendo Gadea, e incluso que me pudiera cantar sus tan bellas y originales poesías porque permítame decirle a usted mi querida Beatriz que su voz es la más bella que he escuchado y que jamás en todo lo que llevo de vida había sentido algo así por una voz.
Si le pareciera a usted mi señora bien el plan de conocernos respóndame con otra carta.
 Un cordial saludo, su señor Rimbaud de Orange.
 
Trabajo de Hoggan:
Ni tu valor, ni tu belleza, ni tu piedad, ni cortesía,
cambian mis sentimientos querida mía
pero Beatriz estás prometida
y no me corresponde tu amor.
Si nos vieran juntos a ti y a mí,
se nos acabaría a los dos el vivir,
será difícil vivir sin ti,
pero debo olvidarme y marcharme de aquí.
No es que seas poco agraciada
pero busco una mujer que pueda ser abrazada.
Espero que nuestra relación sea olvidada
y me perdones por todo lo que no cumplí.
 
Trabajo de Carla:
 Mi amor imposible                                                                                

Si algún día me quieres,
yo quisiera quererte más de lo que ya te quiero,
ese día llegará cuando por fin mi amor aceptes.            
¡Ay, pobre de mí!
que en las noches sombrías
lloro, aullando por tu amor.
Sin embargo solo noto el rechazo de tu corazón.

 
Trabajo de Patricia:
Querida Beatriz, amiga, yo te conozco más que nadie y soy consciente del mal que pasas pero debes entender que tu amado no es fiel. Él conoce lo apuesto que es y que las demás doncellas lo miran con deseo y lujuria y aún sabiendo que tú darías cualquier cosa por él, te engañó, mintió y defraudó yendo con otras doncellas que no darían nada por él. Debes comprender que su corazón no está hecho para alguien tan bella y delicada como tú. Así que no gastes tu valioso tiempo pensando en alguien que nunca pensó en ti y nunca lo hará, un  mentiroso, hipócrita y traidor que no merece ni una de tus lágrimas. Él no te merecía, así que es mejor olvidarlo.
Firmado: tu gran amiga.

Trabajo de Daniela: 

Capricho del destino fue nuestro encuentro
Por más que lo lamento, respuesta no tengo
No sé si otra te robó el corazón
O fue acto tuyo dejarme sin razón.
                                                                    
Nuestro amor ya no tiene sentido
Aunque el tiempo sin ti es tiempo perdido
¿Dónde quedaron los besos que no te di?
He buscado en todas partes, les falta vivir.


Trabajo de Marta:
 Querida Beatriz.
Mil penas me impedían el deber de escribir esta carta, pero usaré mi espesa sangre si es necesario por vos para escribir cada delicada letra de la explicación que merece mi ruiseñor salvaje del que no merezco amor.
Que Dios nos aguarde, pues mis entrañas añoran estar contigo hasta el día en que la muerte venga a buscarme para intentar separarme de tu belleza delicada, pero un deber familiar trata de alejarme de ti.
Mi sangre superior, que me protegió desde mi infancia y de la que debo heredar tierras y poder, me obliga a estar cada vez más lejos de vos por el hecho de pertenecer a una familia inferior a la mía.
A pesar de mis reproches constantes, no considera que seas digna para recibir mi mano o siquiera una caricia de mi parte y me despoja de tu lado. Solo siento la corrosión lentamente de mi corazón al deber tratarte con desprecio y poniendo mi orgullo por encima de tus encantos, cuando lo que más quiero en este mundo lleno de hipocresía es tenerte sobre mi regazo y saber que todo saldrá junto a ti bien.
Por eso, por mucho saber cuál debería ser mi destino como sucesor de mi familia, debo ponerme ante las astas del toro y arriesgar todo por vos, la persona a la que veo todos los días en mis sueños rogando mi vuelta y que me hace llorar lágrimas de cristal por ella.
Solo deseo mirar el mundo desde la perspectiva que creo correcta y no la del deber que visualiza mi padre, quiero ver campos sembrados de girasoles rociados por el calor del sol y saber que habré tomado la decisión más adecuada junto a ti.
Espérame ante la gran puerta de roble, donde nuestras almas se conocieron, la tarde próxima: allí estaré para rogar mi perdón las veces necesarias y caer en tus brazos.

Trabajo de Paula:
Oh, amor mío, tú que con tanto dolor me dejas... Era a ti al que verdaderamente amaba, el único por el que mi corazón latía. Hoy me dejas aquí tirada, muerta de amor con el corazón roto... ¿Tan fea era que me dejaste como un paquete? Te escribo esta carta de despedida, que contiene todo mi amor, ese que tú rompiste con tus manos y palabras.
Hoy me dejas aquí, muriendo lentamente por el dolor que siento. ¿Por qué, amor mío, por qué? El alma se me va saliendo poco a poco del cuerpo, cada vez siento menos el dolor, ese que instalaste en mi corazón.
Hoy compruebo que sí se puede morir por amor. Adiós, dulce y siniestro amante. Te dedico esta expiración, mi último aliento de amor por ti. Poco a poco se desvanece el dolor, solo queda el hermoso sonido del silencio y una imagen negra.
Doña Beatriz del siglo XII.

Trabajo de Yaiza:
Ya sabes que todo el bien que haces se disuelve, igual que todo el mal.
Solo te deseo que tu nueva amada no te responda con la misma dureza con la que me lo hiciste a mí.
Y sabiendo que todo pasa, y todo calma, agradezco al destino no seguir con tamaña alimaña.
En sus palabras no veáis rencor, solo son palabras de una persona que no encuentra explicación.
Hasta hace poco me susurrabas que me amabas, de que el tiempo contigo pronto pasaba, entiende mi desconcierto por leer este fragmento.
Mas no sientas pena por mí si en tu duro y oscuro corazón aún conservas un abismo de compasión, ya que mis palabras solo albergan aceptación.
No cejaré en mi empeño en buscar un hombre sincero, que me trate cual rosa especial de un rosal, que me transmita confianza y me demuestre que es realmente el ser digno de mi pasión, ya que no dudo de que allí fuera hay alguien predestinado para mí. 
 
Trabajo de Carlos:
Querida amiga,
Tus palabras llenas de rencor me hacen sentir desprecio hacia mi persona. Me hacen sentir como un estúpido que no supo apreciar lo que tenía, cuyo orgullo lo cegaba ante vuestro sentimiento. No tengo certeza de que nuestro próximo encuentro pueda suceder pues la batalla en la que me encuentro no parece ser de retorno. Aunque muera ahora mismo quiero que sepa que yo también la amé y aunque seguramente ya haya fallecido para cuando reciba esta carta quiero pedirle disculpas por todo lo que le he hecho y aunque sé que no tiene perdón espero que, ni no nos volvemos a ver, encuentre a alguien que sepa valorarla más de lo que yo supe. Me despido esperando su perdón algún día,
La ama,
                                                                    Su amigo
Trabajo de Laura:
Se terminó
Fui una ilusa pensando que me querías, hasta que te vi marchar.
Lo entregué todo por ti para hacerte feliz pero no me di cuenta de que me perdía a mí.
Quería formar una familia junto a ti pero tu comportamiento me hizo razonar
de tal manera que vi que no eras el indicado.
Lloré por ti día y noche, pero no pienso hacerlo más
pues me considero una mujer de alto valor y no me merezco el daño que me causaste.
Por la noche me pregunto qué hice mal, pues te fuiste sin más
yo en todo momento traté de darte lo mejor
pero cuanto más me enamoraba de ti tú más me ignorabas
y eso fue lo que más dolió.
Una cosa tengo clara: te quise en un pasado y todavía lo hago, pero lucharé por tierra y mar para conseguir sacarte de mi cabeza como tú hiciste conmigo.
Soy de ese tipo de mujer, que si quiero la luna  me la bajo yo sola.
Hasta ponto, querido. 

 Trabajo de Rodrigo:
Entre cortinas del aire que respiro te miro,
Beatriz, contando bosques de tus gracias dadas,
con ruegos y premisas de oros desnatadas,
te palpo en mis labios, agotados ya de giro. 
¿Será nuestro amor, flor blanca, dueño del suspiro?
Delicado en aires, de las manos finas que te componen,
De tus cantos, saberes y luces que se esconden
Serpenteando luces en tus mejillas, mientras yo expiro.
Condesa, te dejo largos tedios y lloros encadenados,
Porque me voy, por dorados juncos de mares revueltos,
Condesa dejo tus donaires y objetos envueltos,
Figurante tu primera carta, sellada en noches de labios encerrados.
Suaves aires penetran en mi círculo dorado,
Y percibo tus manos, delgadas de estructura,
Fundiéndose con tus cabellos reclinados, de seda pura,
Y te voy perdiendo en confusas nubes del sentido acabado.
Beatriz, ya me he ido, pero quiero que sepas
que sí hay algo dado,
entremezclado, querido y sostenido,
sí hay algo que mi cuerpo haya asentado y afirmado,
es que mucho, Beatriz, mucho te he querido.

 
Trabajo de Hugo:
Querida  Beatriz:
No puedo negar la razón por la que cuando te veo, tu sonrisa se vuelve fría y cambias la forma de mirarme. Siento de todo corazón que cada vez que falto de tu lado tu corazón se rompa en pedazos y, sobre todo, lo que más siento es no poder decirte que volveré junto a ti para continuar luchando por nuestro amor.
He encontrado a alguien que me hace sentir algo que jamás había sentido antes. He de disculparme por mentirte y desilusionarte con esta relación vacía. Sé que lo que estás leyendo no te gusta, pero ten por seguro que encontrarás a alguien mejor que eyo y volverás a sentirlo que es amar de verdad.
Yo dejaré la ciudad al alba para ahorrarte sufrimiento. Di que me tuve que marchar al este por  un trabajo importante y que lo más probable es que no vuelva. Busca una persona que te quiera, te respete y te trate como yo debería haberte tratado.
Realmente siento que esto haya tenido que acabar así. Sé que tienes muchas preguntas y me apena no poder responderlas. Mi radical cambio de actitud ha sido únicamente con la intención de que decidieras acabar con este amor marchito y fuera más fácil para los dos esta amarga separación.
Con pesar se despide, 
Tu antiguo amor.

Trabajo de Pablo:
Carta de la amiga de Beatriz
Querida Beatriz no te preocupes
pues los hombres
en ocasiones son fríos y distantes, aunque
nosotras los amemos con grandeza.
Ten paciencia,
intenta reconquistarlo
con tu sutil presencia
manteniéndote a la espera.
Dale todo lo que puedas,
tranquila que pasará,
será un amor pasajero,
siendo el tuyo verdadero.
Los hombres no valoran nuestros actos,
se creen seres superiores.
Muchas veces nos sentimos culpables
pero estamos libres de pecado.
 
 Trabajo de Sonsoles:
Querida amiga mía
Querida amiga mía
Tú que estás llorando todo el día
Por el amor que no te es correspondido
Por tu supuesto amigo.
Tú que le envías cartas sin respuesta
Ya que él no te anhela
Tú que le escribes canciones
Y él de escucharlas no tiene intenciones
Deberías de olvidar esos sentimientos
Aunque te cueste mil lamentos
Pues hay más gente que te ama
Y tú no les amparas.
Hay veces que hay que cerrar una historia
Para empezar otra
Pues tu tristeza es notoria
Y no debe haber más demora
Pues tú eres hermosa
Y él está ciego
Ya que tú de sentimientos eres preciosa
Y él no le tiene a nadie ni un aprecio.
Querida amiga mía,
Tú que te comes a besos la vida
Canta la próxima vez a los cuatro vientos
Que ya no tienes ni un mísero lamento.

Trabajo de Lucía:
Carta a Beatriz de Dia:
Oh querida Beatriz, más no quiero veros sufrir aquello por lo que vos lo pasáis mal yo no lo veo así.
Oh querida mía, no puedo soportar veros así, pero a mi corazón más no puedo engañar, pues hay otra que me ha robado el alma.
Caminé y caminé lejos para no veros sufrir, lamento mi huida y siento deciros que yo no lo puedo sentir.
Oh mi dulce amiga, ¿acaso todo acabó? Lo siento mucho mas orgullo tuve que mostrar para que de mí os apartaseis y no sufrierais más.
Mis más cordiales saludos, querida amiga.
 
Trabajo de Lucía:
Carta de Beatriz a su amor no correspondido
Amor mío, hoy te digo adiós. Ha llegado el momento de dejarte partir, ha llegado el momento de intentar dejar de amarte.
Y entre un mar de lágrimas cargadas de ira y de dolor, recordando lo bonito que pudo llegar a ser, escribo estas palabras deseando que no fueran reales. Hoy te digo adiós a ti, sabiendo que cada día me preguntaré por qué motivo contigo sentía que con las puntas de mis dedos rozaba las estrellas.
Hoy te digo adiós con rastros de lágrimas tan puras como un diamante, deseando internamente que para ti no sea solo una amiga.
Y amor deseo con todas mis fuerzas que esa bella dama que ha robado tu preciado corazón se dé cuenta de que para mí tú eres lo más preciado y querido.
Oh amor mío, si sabes que lentamente dejaré de amarte, hasta que de tu amor solo queden unas simples cenizas, ¿por qué simplemente no me dejas demostrarte, amigo mío, que somos almas gemelas?
Y con la culpa carcomiéndome por dentro te soltaré y aunque desee aferrarme a ti desesperadamente y que tu opinión sobre mí cambie y tu corazón deje de negarme.
Y sabiendo que otra persona ha ocupado tu corazón, recordaré que yo en algún momento estuve en su lugar.
Te digo adiós con tus engaños guardados profundamente dentro de mi mente y con tus falsas promesas incrustadas en el interior de mi corazón. 
Hoy me despido de ti sabiendo que amarte fue lo más doloroso que me pasó en la vida.
Pero amor mío no te preocupes, yo estaré bien. Mi corazón sobrevivirá a tus ganas de intentar marchitarme y de tratarme como escoria.
Trabajo de Lucía:
Trabajo de Gabriela:
 

Trabajo de Jorge: