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sábado, 31 de octubre de 2020

La magia de la música. Las sirenas, Orfeo.

 Hemos hablado ya de las musas, las hijas de Zeus y Mnemósine. 

De ellas proviene la palabra música, y varias de ellas tenían como atributos instrumentos musicales. Clío y la trompeta o el clarín; Euterpe era la que sabía deleitar bien con su flauta; Erato la lira, lo mismo que la madre de Orfeo, Calíope. También podemos encontrar representaciones de Terpsícore llevando el baile con una lira o kithara en sus manos, así como a Polimnia dirigiendo el canto coral con ese mismo instrumento.

Bien es cierto que los artistas plásticos suelen derramar su creatividad en el aspecto de los instrumentos, con lo cual muchas veces se nos hace difícil discernir cuál es el cordófono que han representado.

Ha habido otros seres femeninos que se han servido de la música para embelesar y cautivar.

Las sirenas, por ejemplo, con cuerpo mitad mujer y mitad ave, hacían que los navegantes olvidaran sus hogares y sus familias y nunca más regresasen.

Ulises fue una de sus víctimas. O pudo serlo, porque recurrió a la estratagema de hacerse atar al mástil de su barco y así contener el irresistible impulso de seguirlas.

En el canto XII de La Odisea, Homero nos relata ese pasaje. Habiendo tapado con cera los oídos de los compañeros, oye el canto de las sirenas, que le dicen: "¡Ven aquí, acércate a nosotros, Ulises tan elogiado, honor y gloria de la Acaya!... Detén tu nave y ven a escuchar nuestras voces. Jamás un negro navío dobló nuestro cabo sin oír las dulces melodías que salen de nuestros labios. Después de deleitarse con ellas, quienes las escucharon se van alegres conociendo todas las penalidades que los dioses infligieron en la guerra de Troya a los argivos y a los troyanos y estamos enteradas de cuanto ocurre sobre la tierra."




Así como Orfeo logra pagar con música de su lira el viaje de Caronte a través de la laguna Estigia, aquí vemos a las sirenas con una lira y un pandero.

Las sirenas serán invocadas por Helena, la involuntaria causante de la guerra de Troya, en la obra de Eurípides:

ESTROFA 1ª (Helena) Sirenas aladas, hijas de la Tierra /Ojalá acompañarais mis lamentos al son de la flauta /O de la siringa o de la lira/Respondiendo con lágrimas a mis lágrimas /Con sufrimientos a mis sufrimientos /Con cantos a mis cantos./Que Perséfone me envíe vuestra fúnebre música /Uniéndose a mis lamentos /Y así recibirá en sus moradas tenebrosas/ El canto de dolor bañado en lágrimas /Que dedico a los muertos subterráneos. 

Hemos visto a Orfeo en su intento de rescatar el alma de Euridice con su música:



y luego ayudando a Jasón a distraer al custodio del vellocino de oro:




Pero también fue Orfeo con su música quien lograra vencer las tentaciones de las sirenas.
En un relato anónimo, Argonáuticas órficas, el músico desafiará - tal como hiciera Marsias con Apolo- a las sirenas con un combate musical.

Entonces habló Orfeo, el rey de todos los cantores: ‘Dejadlas enfrentar su canto contra el mío. Yo he encantado piedras y árboles y dragones, ¡cuánto más los corazones humanos!’. Así que tomó su lira, se alzó en la popa de la nave y comenzó su canto mágico. 
No escapan a sus ansias de conquista los héroes de Jasón; y empieza el canto apenas el bajel está a la vista.
De la celeste voz al dulce encanto no hay entre los remeros quien resista, y Tetis y sus ninfas, con espanto,
ven que parece desdeñar su ayuda el Argo y a la costa va, sin duda.

Veamos un vídeo sobre Orfeo y su lira:



Ejercicios

1.- Haz un relato del mito de Orfeo y Eurídice.
2.- ¿Quiénes eran los personajes?
3.- ¿De quién se escapaba Eurídice cuando es mordida por la serpiente?
4.- ¿Cómo se llamaba el barquero que te llevaba en barca al reino de Hades?
5.- ¿Qué te daba a beber para olvidar tu vida pasada?
6.- ¿Cómo se llamaba la reina que estaba junto a Hades?
7.- ¿Qué instrumento tocaba Orfeo? ¿Cómo era? Clasifícalo.
8.- ¿Qué tenía ese instrumento como caja de resonancia?



lunes, 19 de octubre de 2020

Dido y Eneas, relato de Virgilio, carta de Ovidio y ópera de Henry Purcell

Compartimos con ustedes un trabajo que comenzó con la recreación oral por parte de la profesora del relato del encuentro de la reina púnica Dido, fundadora de Cartago, y el héroe troyano derrotado por los griegos, Eneas. 

Esta pareja de amantes compartirá un sino muy parecido al de Filis y Demofonte, este último también guerrero, que se aleja derrotado de tierras troyanas y al que un naufragio arroja a las costas de Tracia, en donde su camino se enlazará con el de Filis, quien terminará maldiciendo su partida. También recordamos a Medea profiriendo desde la costa anatemas a las velas veloces de Jasón cuando la deja olvidada en tierra, y a Ariadna lanzando imprecaciones a Teseo cuando la abandona en Naxos...
Hay que ver estos chicos lo mal que se portan.

Como datos biográficos sepamos que Dido había nacido en Tiro (Fenicia), y que tenía un hermano llamado Pigmalión que había matado a su esposo Siqueo. 

Para situar el marco geográfico, podemos ver aquí lo que fue el imperio de Dido, con capital en lo que hoy es Túnez, en África septentrional. Eneas, por su parte, tenía un papá llamado Anquises y un hijo llamado Iulo o Ascanio.
En su viaje desde Troya (hoy en Turquía, península de Anatolia) hasta Hesperia (Italia) naufragó en el estrecho de Sicilia, dando con los restos de sus barcos y tropas en costas cartaginesas.




El relato, parcialmente basado en Virgilio:

Dido y Eneas, relato. Primera parte (Mediateca de EducaMadrid)

Contraseña: CM1

Luego de conocer la historia vimos la ópera en clase, que puede encontrarse subtitulada en este enlace: Dido y Eneas

En la ópera el libretista Nahum Tate incorpora el mito de Acteón y la diosa cazadora Diana. Estando Diana con su corte de acompañantes tomando un baño, es descubierta fortuitamente por Acteón, que iba de caza con sus lebreles. Sorprendida en su intimidad, Diana lo convertirá en ciervo, sellando así su destino. Sus perros lo atacarán y su muerte será inevitable.


 

 

 

 

 

 

 

 

 

El texto de Virgilio en que encontramos esta narración (capítulo IV de La eneida) podemos escucharlo en los siguientes podcasts:

Parte 1     Parte 2      Parte 3     Parte 4     Parte 5     Parte 6     Parte 7     Parte 8     Parte 9     Parte 10

Como supondrás, el deseo que expresa Dido en los momentos finales se cumplirá: sus súbditos batallarán contra los soldados de Eneas, los romanos, en tres cruentas guerras, llamadas las guerras púnicas, alguna de las cuales tendrá como escenario tierra española.

Ovidio recreó los sinsabores de nuestra reina en Las Heroidas.
En él se mete en la piel de la despechada soberana y reclama al héroe. He aquí algunos de los versos:

(...)
Y poco importa que se pierda el canto,
que pues la honra y fama se ha perdido,
piérdase todo y muéstrese mi llanto.
Cierto estás de partir y persuadido
a me dejar, y que unos vientos lleven
tus naves y la fe que diste a Dido.
Cierto estás en que, así como se mueven
las anclas de tu flota, se remueva
tu fe y promesas que guardarse deben.
Cierto estás de buscar provincia nueva,
digo el Ítalo reino que tú ignoras,
sin que Cartago a te quedar te mueva.
Estas frescas murallas triunfadoras
no te incitan a amarme, ni aprovecha
darte un cetro y esta alma donde moras.
Huyes ciudad que está poblada y hecha,
búscas la por hacer, buscas mis daños,
buscas tierra, porque esta te es estrecha.
Hallándola después de algunos años,
¿Quién te la ha de entregar? ¿Qué habitadores
sus campos han de dar a unos extraños?
Por fuerza has de tener otros amores,
otra Dido, otra fe que tú quebrantes,
otros halagos y actos fingidores.
¿Cuándo será que otra ciudad levantes
semejante a Cartago, y puesto en alto, 
tus gentes mires cómo están triunfantes?
(...)
Y no porque yo piense en esta ausencia
algún mal de él en cólera me inflamo;
ni para odiarle se me da licencia.
Que mientras más me quejo y más exclamo
en medio de esta rabia y pasión fiera,
más ardo, más le adoro, más le amo.
Perdona, diosa Venus a tu nuera;
da Cupido un abrazo al que es tu hermano;
hazle soldado tuyo y que me quiera.
A amarle comencé, de ello me ufano;
haz con él, pues tan grande es tu pujanza,
que cebe con su amor mi amor insano.
(...)
En todo mientes, todo lo levantas;
no comienza a mentir de mí tu lengua
pues mintió siempre, y con mentir encantas.
(...)
No dudo que tus dioses te castiguen,
pues ha siete años que por mar y tierra
te afligen, te maltratan y persiguen.
(...)
Yo recibí en mi puerto a quien dan guerra
las ondas, y aun apenas oí tu nombre,
cuando te di lo que mi reino encierra.
Aquel día mi daño te ha traído,
digo aquel día cuando el aguacero,
con súbita avenida y estampido,
nos obligó con rostro horrendo y fiero
a entrarnos en la cueva, do emanaron
todos mis daños con infausto agüero. 
Dadme la pena prometida a Siqueo, 
a quien camino!¡Ay, castidad y honestidad violada,
dadme la pena que me está guardada.
(...)
Y si el morir dilato y lo entretengo,
es que me hallo, ¡ay mísera! turbada,
y de vergüenza y miedo me detengo.
Mi error perdona, pues que fui engañada
del inventor del arte cautelosa
cuya astucia me deja disculpada.
El oír que era hijo de una diosa,
y que su padre en hombros ha eximido
de Troya y de su llama rigurosa,
esperanza me dio que habiendo sido
tan pío según canta y manifiesta,
me fuera firme esposo y fiel marido.


(...)
Murió mi esposo por su triste suerte
delante los altares, y su hermano
el premio goza y fruto de su muerte.
(...)
Edifiqué ciudad, púsele muro,
que a los vecinos pueblos ha causado
envidia, y aun temor de lo futuro.
¡Ay triste! De mil nobles soy querida,
los cuales se conjuran en mi daño
porque soy a sus ruegos desabrida.
Quieren saber quién es aquel extraño
a quien doy los favores que les niego,
aunque ya tienen claro desengaño.
(...)
Por ventura también dejas preñada,
¡oh ingrato! a Dido; porque prenda tuya
bulle en mi vientre, donde está encerrada.
(...)
¿De qué crimen me culpas, dime, ciego?
¿Por qué a grave pecado me condenas,
si no es porque te amé y ardo en tu fuego?
Si por esposa me has aborrecido,
no esposa sino huéspeda me llama,
que siendo tuya, todo agrada a Dido.
(...)
Porque si gustas, como yo imagino,
proseguir tu jornada y tus agüeros,
no impediré tu gusto y mi destino.
También tus fatigados compañeros
descanso piden, y tu rota armada
demanda jarcia, clavos y maderos.
Por sus méritos esta desdichada
te ruega, y por la deuda prodigiosa
a que el amor me tiene a ti obligada:
Por la esperanza que de ser tu esposa
me diste y tengo, que descanses pido
por algún tiempo, que es bien fácil cosa.
Mientras refrena el mar enbravecido
su furia, y mientras el amor violento
templa la fuerza con que te he querido,
preparé mi ánimo al tormento,
aprenderé a sufrir el mal de ausencia,
y todo adverso y triste acaecimiento.
Pero si me negaras tu presencia,
ya estoy determinada al trance amargo,
ya de muerte me he dado la sentencia.
(...)
¡Ojalá vieras el mortal semblante,
el cruel espectáculo y figura
de esta que escribe tu olvidada amante!
Mientras con ansia noto esta escritura,
yace en mi gremio la troyana espada
desnuda, cual convino a mi ventura.
(...)
Ana querida, dulce y cara hermana,
que no supiste remediar con arte
mi fuerte mal y enfermedad insana;
pues de mi culpa y yerro te di parte,
ya darás a tu Dido el don postrero,
pues siempre fue primera en regalarte.
Y consumida en la hoguera, quiero
que Elisa de Siqueo no me llamen,
no haya segundo error: basta el primero.
Solo te dejo, hermana, este gravamen;
que escribas unos versos de esta suerte
en mi sepulcro, porque más me infamen:
"Eneas dio la causa de esta muerte;
la espada dio también como inhumano,
y Dido, tan amante como fuerte,
murió herida con su propia mano."


































































 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
  


Y para cerrar el viaje por la Antigüedad, para llenar nuestro corazón con una última emoción, dejémonos invadir por la excelsa, la exquisita interpretación de Jessye Norman en el papel de la reina púnica, despidiéndose de su querida, noble y fiel hermana Belinda, aquella que siempre estuvo a su lado y a la que tanto quiso.

Presta especial atención a la catábasis, -la escala descendente del violoncello-, con que da comienzo esta joya de la lírica.

When I'm laid in earth may my wrongs create no trouble in thy breast.
Remember me! But forget my fate.

Habrás notado que en el texto aparece el adjetivo thy. Es un arcaísmo que significa tu (y no te confundas, léelo bien y fíjate que no lleva tilde. Es el adjetivo posesivo, no el pronombre personal).

Para tocar esta canción (aria de la ópera) en la flauta de pico, pincha aquí.

Para ver la digitación de las notas en flauta de este aria:



Antes de tocar la obra conviene que practiques las notas más agudas que aparecerán en la pieza. Tienes aquí un breve tutorial en el que explicamos cómo tocar el do y el re agudos (do' y re'):



En la segunda de las líneas aparece el mi bemol agudo (mib', que también se llama re sostenido):


 

Primera parte (se repite)

    sol       la       sib        sib        la         si         do'         sib        la              sol      fa                sol         fa

 


        do'                        mib'        do'                            re'         sib                            la            sib



    mib'                mib'    do♯'    la                re'                 re'      sol'     sol'      la'     sol'            fa♯     la
 

En esta sección final deberás tocar el mi, fa y sol agudos (fa' y sol'). Practícalos antes de abordar la obra: 



Final











Ejercicios

1.- Completa:

Dido era reina del imperio cartaginés o _____________. Su capital se sitúa en lo que hoy es el país de ____________, situado en África__________________.
Eneas venía derrotado de la guerra de ______________, que queda en ____________________.
La hermana de Dido, ____________, la alentaba a tener un compañero. Dido finalmente acepta los requiebros amorosos de Eneas. Un enviado de Júpiter, el protector de ladrones y mentirosos, _________________, le transmite los deseos del dios de que prosiga su viaje hacia _____________.

2.- Completa:

When I'm ________ in earth, may my ________ create no _________ in thy ________.
____________ but forget my ______.
El libro en que está basado la ópera, _____________, fue escrito por _____________.
El arcaísmo thy significa:



viernes, 2 de octubre de 2020

Nuestro instrumento: la voz. Aparatos respiratorio y auditivo.

 La voz humana, se decía, es el único instrumento musical creado por Dios.

En el Medioevo se discutió mucho si otros instrumentos podrían permitirse en las celebraciones de las misas. Luego de la Reforma, en el Concilio de Trento, se debatió incluso la inclusión de la música misma.

El órgano, por el parecido con la voz humana, fue aceptado sin demasiados miramientos.
Luego se permitirían las cuerdas frotadas y otros aerófonos.

Vamos a ver someramente el aparato respiratorio y conocer sus partes.



Ejercicio 1

Contesta:

1.- ¿Cuántos conductos aprecias en el cuello? ¿Cómo se llama el que conduce el aire a los pulmones? ¿Pasa por él la comida, el líquido que bebemos, el humo que aspiramos?

2.- ¿Dónde sitúas las cuerdas vocales? ¿Cómo se llama la tapita que obtura la laringe? Analiza su nombre, explicando el significado del prefijo.

3.- ¿Puedo tomar aire y expulsarlo al mismo tiempo? ¿Por qué, cómo lo deduces?

4.- ¿Qué resonador natural situado en la cabeza puedes ver en el gráfico? ¿Cómo se nota en la calidad de la voz si uno está resfriado? ¿Por qué crees que sucede?

5.- Habrás visto por encima del paladar blando un orificio. ¿Cómo se llama el conducto que desemboca allí? ¿Con qué está comunicado? ¿En qué situaciones lo abrimos voluntaria y conscientemente?

6.- Cuando hablamos o cantamos, ¿las cuerdas vocales están  separadas o deben juntarse?

Para responder esa última pregunta deberás ver el comienzo del siguiente vídeo:

 


 

  Pasemos ahora al oído.

Mira el siguiente vídeo antes de responder a las preguntas del ejercicio.

 



 Ejercicio 2


Contesta:

1.- Delimita el oído externo, el medio y el interno.

2.- ¿Qué hueso está en contacto con la membrana móvil? Nombra los tres huesos del oído medio. ¿De qué sustancia están rodeados? ¿Cómo se llama el hueso craneal que los contiene?

3.- Verás que esa cueva ósea tiene una carretera de salida en su parte inferior. ¿Adónde conduce? ¿Cuál es su función?

4.- Nombra los componentes del oído interno.