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jueves, 24 de octubre de 2019

Flauta, obras de clase




De aquella de la que Dios mamó leche de su pecho,
no es maravilla (conocer) que sane contrahechos.

Así hizo Santa María un milagro hermoso,
en la su iglesia de Lugo, grande y piadoso.
por una mujer que tenía contraído
casi todo su cuerpo y por enfermedad encogido.

De tal modo tenía sus dos manos encogidas
que se le metían por los hombros
y así mismo los talones
entraban en su cuerpo maltrecho.

Después que vio que no la curaba ninguna medicina, se volvió a Santa María, la noble Reina, rogándole que no tomase a mal el que ella hubiera podido hacer, sino que en provecho suyo parase mientes en ella, de manera que sanase; y, si no que hiciera porque muriese pronto; y luego se hizo llevar en un lecho, pequeño y estrecho, ante su iglesia. Y, estando allí, hizo vida virtuosa, hasta que alcanzó la merced de la Señora llena de todo bien, en el mes de agosto, en el día escogido de su fiesta grande, como referido os será ahora por mí. Porque aquel día hizo que la entrasen en la iglesia de Santa María; y la Virgen no dilató la resolución, sino que le volvió sano todo el cuerpo. Pero sucedía de tal manera que allí donde sanaba, cada miembro, de suyo, estallaba, como la madera seca de un techo, cuando se extendía el músculo encogido.

El obispo y toda la gente presente delante
viendo y oyendo esto y llorando de emoción
vieron que fue milagro y no fraude
y por ello adoraron a la virgen con fervor.


Il bianco e dolce cigno, madrigal. Arcadelt



























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