Me encuentro en una central nuclear apartada de la ciudad en la que estoy haciendo un turno de noche. Ahora mismo estoy en las cámaras de vigilancia y decido sintonizar la radio para poner algo de música, pero no hay mucha señal así que decido ir a ver si la antena funciona bien, pero de repente una extraña criatura me sorprende…
Empiezo a correr rápidamente porque estoy asustado, pero me choco con un cristal de la central. Cuando desperté de la caída, estaba la criatura al lado construyendo algo con un torno.
De nuevo me asusté y eché a correr hasta encerrarme en un cuarto. La extraña criatura llamó a la puerta. Como yo no abría, utilizó una motosierra para perforarla, pero antes de que pudiera hacer nada sonó la alarma de incendios y llegó la policía. Sacaron sus pistolas y mataron a la criatura, que gimió de dolor.
Me ayudaron a salir de ese extraño cuarto y me llevaron en sus coches a testificar.
Segundo de la E.S.O.
María nos contagia un miedo cerval:
Campanario abandonado que por alguna razón sigue funcionando. Hay ciertos monstruos o seres que me impiden el paso. Tengo miedo.
Rocío ha creado esta estampa esperpéntica que comparte con nosotros:
Borja ha imaginado este tétrico momento:
Esta historia comienza con un hombre yendo al salón. Busca algo entre cartones. Va a la puerta, sale y echa llave a la puerta. Cuando sale se encuentra con una lluvia intensa y tiene que pasar por una plaza donde hay gente gritando. Cuando llega a la casa abandonada, toca el timbre pero no responde nadie, así que entra y la puerta hace un ruido inquietante. Se encuentra con un reloj que suena de manera exagerada, hasta que escucha un bebé llorando en la cocina y va a investigar qué es. Y resulta ser una criatura extraña. La criatura hace un sonido espantoso y el hombre se va corriendo pero la criatura lo golpea con una barra de metal y empieza a comérselo.
La imaginación de Jorge nos lleva a espiar el comienzo de una nueva etapa en la vida de Sam:
Sam era nuevo en la ciudad. Por el trabajo de sus padres, cada dos o tres años Sam se mudaba de casa y empezaba en un colegio nuevo. Este curso comenzaba secundaria y le estaba costando adaptarse a su nuevo grupo de amigos.
Estos le habían puesto una condición para ser uno más de ellos. Consistía en que Sam debía entrar de noche en el antiguo caserón de la colina para rescatar un balón que hace tiempo se les había colado por la buhardilla.
Había muchas historias sobre la casa. Era un lugar terrorífico, nadie se acercaba a la colina. Muchas leyendas circulaban alrededor de aquella casa. Todos los inquilinos que habían vivido en ella no habían durado más de un mes.
Pero Sam se armó de valor. No quería quedarse sin amigos. Tenía que ser valiente.
Ya estaba en la entrada. Giró el pomo y la puerta estaba abierta. Presionó el interruptor de la luz, pero no se encendió. El suelo crujía constantemente. Sam tenía miedo. Subió las escaleras. Estaba empezando a llover. Llegó a la buhardilla y con la luz de un relámpago llegó a ver el balón al fondo. Se escuchó un ruido. Había tormenta y la ventana se abrió de par en par por el fuerte vendaval. Ahora estaba completamente a oscuras. El ruido volvió a sonar, esta vez desde el otro extremo de la habitación. Con la mano extendida caminó en busca de la salida. A los dos pasos chocó contra algo. Atemorizado, un relámpago iluminó la estancia y vio a un niño de su misma estatura frente a él.
Al fondo, en la pared, estaba escrita la palabra FUERA. Sam salió corriendo lo más rápido que pudo.
Jamás le contó a nadie lo que había ocurrido. A los chicos de la clase no les llegó a decir que había conseguido entrar.
Meses después, en un viejo periódico que encontró en su casa, Sam vio en la portada al mismo niño de la casa. Bajo la foto el titular decía que había aparecido un niño muerto en extrañas circunstancias.
Julio nos describe la aciaga suerte que corrió su amigo John:
En una tarde de tormenta, el granjero John White intenta guarecerse en su casa, una cabaña en medio del campo.
Está cansado y decide subir las escaleras hacia su habitación. Se tumba en la cama y se pone a dormir. De repente, alguien golpea el cristal de la planta baja con impaciencia.
El ruido del cristal al romperse despierta a John White quien, sobresaltado, corre escaleras abajo completamente asustado. Al llegar al salón una sombra se abalanza sobre él.
Tras una fuerte lucha el sonido de un hacha deja el salón en completo silencio.
Finalmente se oye la risa malvada del asesino James Black. ¡¡¡Jajajaja!!!
Héctor ha realizado esta estampa monstruosa y nos cuenta:
Una vez pasada la carátula, se oye al personaje yendo a agarrar unas llaves. Después de este momento, vuelve con las llaves al sitio, y va caminando rápido hacia la puerta. Una vez que llega aquí, la abre, sale al exterior, y vuelve a cerrar. En estos momentos se escucha la atmósfera (lluvia, truenos…). Va corriendo por una calle, donde entra a una puerta “desconocida”. Pasa con cuidado, y al sentirse extraño, pregunta, “¿Hola, hay alguien ahí...?”. Poco después comienza a escuchar sonidos extraños, que no sabe de dónde proceden, o qué pueden exactamente significar. Distraído por los sonidos, no oye que una entidad se acerca hacía él. Rápidamente cesan los sonidos, el monstruo corre hacia él para atacarlo. Huye raudamente, pero poco tiempo después el monstruo lo alcanza, y así es como finaliza la historia.
Juan nos cuenta una jornada tenebrosa y ciertamente desafortunada:
Un hombre se ha perdido en el bosque y de repente oye un ruido extraño (el grito de una mujer lobo) y se pone nervioso y empieza a jadear.
Luego ve una casa y entra, sube las escaleras. Se topa con una señora: era la mujer que había escuchado antes en el campo). Se asusta y le dispara dos veces.
Viene la policía y el hombre sale huyendo con una moto, pero tiene un accidente.
Miguel Ángel nos relata unas desventuras monstruosas:
Una persona está en un casa en el campo huyendo de un monstruo, se da numerosos golpes pero sigue corriendo. Al salir de la casa fuera del campo, se para bajo un árbol a descansar, pero aparece el monstruo detrás y lo devora.
Resulta que era una peli que estaban viendo dos chavales un viernes para relajarse. Acababan de terminarla y estaban comentando sobre el tema. Un chaval contó una historia, lo poseyó un demonio, y de repente el chaval normal aparece en su cama asustado, pero el chaval poseído apareció a su lado en la cama y lo mató.
Nahia describe un momento de miedo inexplicable.
Estoy en mi casa, es de noche y está lloviendo afuera, la lluvia es muy fuerte y hay truenos. Alguien llama al teléfono. En medio de la noche empieza a sonar un reloj y lo apago sin saber por qué se había puesto a sonar a esas horas de la noche. Pasa un rato y empieza a gotear el grifo del baño. Sin saber por qué gotea, me levanto a cerrarlo, y mientras estoy volviendo los truenos de fuera cada vez son más fuertes, pero lo ignoro y me vuelvo a acostar. Al cabo de un rato alguien llama a la puerta, me levanto a ver quién es aunque me parezca muy extraño porque son las 3 de la mañana, pero cuando abro la puerta se oye un ruido (que pueden ser varias cosas, pero es lo que cada uno se imagine) y ya no se escuchan pasos de vuelta a la cama, pero sí se siguen oyendo la lluvia y los fuertes truenos.
Guillermo presenta La mansión encantada:
Camila nos aconseja no mirar detrás de la puerta...
Llegas tarde en coche a tu casa, pero llegando escuchas cristales y botellas romperse, corres e intentas abrir la puerta repetidamente en vano al final decides golpearla sin resultado.
Martín nos enfrenta a un robo callejero con consecuencias imprevistas:
Elena comparte este tétrico cuadro:
Sofía nos deja intrigados:
Primero de la E.S.O.
Matías nos presenta su especial Una noche en la cabaña:
Vas caminando hacia tu auto para ir a tu cabaña (aproximadamente llegarás en la noche), subes a tu auto, empiezas a manejar. Te aburres y prendes la radio, buscas y buscas, no encuentras nada que te guste y apagas la radio. Manejas un poco más y llegas a la cabaña en la que pasarás el sábado y el domingo.
Frenas el auto, sales de él y caminas un poco hacia la cabaña. Entras, buscas el interruptor de la luz, lo presionas, pero el foco se daña. Vas al armario que está cerca del salón, ya que recuerdas que la última vez que fuiste a la cabaña dejaste una caja de bombillas guardada allí. Caminas hacia el armario, pero encuentras algo muy aterrador. Corres e intentas salir, pero antes de lograrlo, eso te lastima un poco con una motosierra y se va.
Blanca nos convida con esta historia:
Joel nos describe lo que ha descrito con sonidos:
Yo quiero que con mi carátula te imagines a una persona aterrorizada, porque se le han apagado las luces de su casa de repente y, además, está cayendo una tormenta con truenos, lluvia y un vendaval. Y encima, con todo este lío, la persona oye que la puerta del desván se abre por sorpresa. Al oírlo la persona se para, y escucha una risa malvada, y un espíritu (yo) .
Lucía nos da estas instrucciones para la escucha:
Se debe imaginar que una niña llega a su casa con una fuerte tormenta en la noche de Halloween y que hay una bruja en su casa, la luna sale y la bruja se convierte en zombie y le roba la mente a la niña. Después la bruja zombie le entrega la mente a una malvada bruja muy poderosa que no se sabe quién es.
Malena nos guía con precisión en este viaje en tren:
¿QUÉ DEBES IMAGINARTE?
Al principio debes imaginarte que una mujer llamada Margaret camina por el interior de un tren de vapor antiguo hacia el camarote en el que están dos de sus compañeros de trabajo, Tom y Harry. Allí una revisora les pedirá los tickets y a continuación se apagarán las luces, lo que dará lugar a un gran accidente en el que todos los pasajeros del tren morirán.
ARGUMENTO
El argumento es que tres compañeros de trabajo viajan juntos en un tren de vapor antiguo hacia Zaragoza para asistir a una reunión muy importante. En un momento del viaje se apaga la luz, el tren descarrila y se produce un gran accidente. Debido a eso los tres compañeros de trabajo no consiguen llegar a esa reunión tan importante.
Mateo comparte con nosotros su noche de brujas:
Una familia, compuesta por dos pequeños y sus padres, viajaban por carretera hacia Basauri (NA. 3, yendo los niños atrás cada niño a lo suyo y los padres sin hablar mientras conducía la madre) cuando el coche se les averió (NA. 4, todos se quedaron preocupados por la falta de luz). Los padres salieron a buscar ayuda (NA. 5, los padres se fueron a pie hacia el pueblo más cercano) y, para que los niños no se aburrieran, les dejaron con la radio encendida (NA. 6, se oía un partido de fútbol y les tranquilizaba). Cayó la noche (NA. 7, los niños comenzaron a asustarse al oír ruidos de animales) y los padres seguían sin volver cuando escucharon una inquietante noticia en la radio (en el intermedio del partido): (NA. 8) un asesino muy peligroso se había escapado de un centro penitenciario cercano a Barakaldo y pedían que se extremaran las precauciones (el miedo y los temblores por la preocupación vuelve a los pequeños que apagan la radio).
Las horas pasaban (NA. 9) y los padres de los niños no regresaban (los niños se habían quedado dormidos). De pronto, empezaron a escuchar golpes sobre sus cabezas (NA. 10, haciendo que ambos se despierten y miren hacia el techo). Los golpes (la oscuridad de la noche no les dejaba ver qué golpeaba el coche), que parecían provenir de algo que golpeaba la parte de arriba del coche, eran cada vez más rápidos y más fuertes (NA. 10, el hermano pequeño abraza al mayor preguntando por sus padres). Los niños, aterrados, no pudieron resistir más: abrieron la puerta y huyeron a toda prisa (NA. 11 y 12, se metieron en el bosque sin luz). Solo el mayor de los niños se atrevió a girar la cabeza para mirar qué provocaba los golpes (mientras corría detrás de su hermano, siguiéndolo). No debería haberlo hecho (NA. 13, la poca luz de la luna le dejó ver): sobre el coche había un hombre de gran tamaño, que golpeaba la parte superior del vehículo con algo que tenía en las manos: eran las cabezas de sus padres (NA. 1, los niños siguen corriendo despavoridos…).
Despedida.
Miranda nos cuenta su particular paseo nocturno:
Voy por un pueblo caminando de noche, hay unas pocas luces amarillas y viejas. Voy por una carretera de piedra descuidada y llena de ramas y hojas de otoño. De repente escucha la puerta de una casa aterradora, un antiguo molino. Parece que dentro no hay nada… Miro fijamente a la puerta y me asusta el repentino sonido de una motosierra sonando entre unas balas de paja y una mini granja. Salgo corriendo astutamente pero, por los nervios, me caigo. Debido al estrés del susto y a la hiperventilación, me pongo a toser.
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