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viernes, 11 de noviembre de 2022

Especial Noche de Halloween. Trabajos de los alumnos del colegio Beata Filipina. 38 relatos escogidos

En esta ocasión los alumnos del colegio Beata Filipina han realizado trabajos de misterio con el programa de edición de audio Audacity, visto en clase.

El tema usado como excusa fue Halloween. 
Los invitamos a pasar un rato escalofriante dejándonos llevar con nuestra imaginación por los escenarios dantescos que las creativas audiciones nos proponen y entrar en un mágico universo por unos minutos.

¡Acompáñennos, pues, si tienen valor!

Tercero de la E.S.O.

Daniel nos cuenta:

Un niño de trece años sale de su casa de noche para comprar fideos porque su madre se lo ha pedido para hacer la cena. De camino a la tienda se escuchan unos ruidos tétricos. El muchacho entra en la tienda, y de repente se escucha un cortocircuito y se va la luz. El ruido de la gente desaparece y se oyen unas alarmas. Cuando estas cesan se escucha el grito de una gran criatura, que unos segundos después mata al chico.

Jorge nos invita a un magnífico viaje. 

Él mismo nos cuenta, orgulloso y con razones más que suficientes, que las cinco obras que se oyen -salvo la segunda, que es un remix de la Toccata y fuga en re menor de Bach-, son de su invención. ¡Menuda maravilla!

Juan Carlos ha creado esta escena pavorosa:


Es una noche de Halloween y salgo de mi casa porque había quedado con mis amigos en un bosque. Sorprendentemente mis amigos me habían gastado una broma y estaba en el bosque muy asustado de ver tantos árboles. Me pareció ver una silueta con traje y me pregunté si era Slenderman pero luego la silueta desapareció. Me perdí en el bosque y de repente cuando paseaba escuché unos pasos cerca de mí y un pequeño viento que rozaba mi cara. Me di la vuelta y no había nadie, pero cuando me volví a dar la vuelta vi a Slenderman con sus tentáculos y salí corriendo. Nunca jamás volvería a un bosque...


Irene imaginó este pasaje terrorífico:


Sofía nos invita a acompañarla en su fantasmagórica escena:

Elena volvía sola de noche por la calle, estaba muy cansada y tenía hambre. Deseaba llegar a su casa tirarse en el sofá y comerse unas palomitas mientras veía una peli de miedo que tanto le gustaban. Llegó a su casa, cerró la puerta con llave y cerró las persianas. Se acercó al microondas para hacerse las palomitas que tanto le apetecían, pero de repente alguien llamó a la puerta. Le extrañó mucho pero fue a ver quién era. 
No vio a nadie. Sonó un vaso rompiéndose y la radio de la cocina se encendió y empezó a hacer ruidos raros. Decidió ir a ver qué pasaba en la cocina. Cuanto más lo pensaba más rápido andaba.  L legó a la cocina corriendo pero cuando llegó se quedó paralizada. Ni la radio estaba encendida ni había ningún cristal roto. Solo se escuchaba el grifo goteando. Empezó a darle miedo y no sabía qué hacer.
Escuchó que se caían los utensilios de la cocina. Le entró tanto miedo que no se atrevió a mirar lo que pasaba y decidió seguir con su plan de ver películas y se fue al salón, se sentó en el sofá y empezó a comerse sus palomitas intentando olvidarse de lo que había pasado. De pronto oyó unos cuchillos afilarse detrás de ella. Un escalofrío le recorrió el cuerpo y se dio lentamente la vuelta... Cuando vio un payaso con dos cuchillos en la mano. Ella gritó, aterrorizada, y él, divertido, se abalanzó sobre ella y empezó a reírse muy escalofriantemente.


Ángela ha creado este pavoroso momento:

Era una noche muy lluviosa y decidí irme a casa porque no se podía estar en la calle. Yendo a casa era todo muy oscuro. Subí las escaleras de mi casa y abrí la puerta. Mientras iba avanzando hacia el salón escuché un suspiró al que no di importancia. 

Estaba en el comedor cuando sonó el teléfono. Muy sobresaltado, me dirigí a cogerlo pero una voz lanzó una carcajada que me asustó, así que colgué.

Luego, el reloj viejo de la casa, que nunca sonaba, comenzó a sonar. Yo ya no entendía nada, así que fui al patio a despejarme y barrer las hojas que se habían caído de los árboles. 

Después ya parecía estar todo más tranquilo y fui a tomarme un refresco, cuando escuché el cristal de la ventana del salón romperse y la lluvia caer. 

Corriendo, intenté cubrir la ventana como pude y bajé al sótano a por algo para cubrirla, cuando de repente escuché el sonido de un cuchillo afilado. Me asusté muchísimo, corrí, pero no me sirvió de nada. Alguien me clavó un cuchillo por la espalda.



Nora comparte con nosotros un breve momento de misterio:

Una señora está en la calle de noche y siente que algo o alguien la está siguiendo.
Entra en su casa y llama al timbre por si está su hijo, pero no está. Algo asustada, cierra con llave pero se asusta aún más cuando suena el reloj de cuco, que no tenía que sonar a esa hora. Alguien llama a la puerta y ella va a abrir, atemorizada porque oye el resonar de los truenos. Abre la puerta y no hay nadie. Le quita importancia y, como era tarde, se va a dormir.


Paula nos pide que la acompañemos en esta aventura:

Volvía del trabajo por la noche, estaba muy cansado, solo pensaba en dormir. Abrí la puerta de mi casa, entré bebí agua y subí las escaleras para ir a mi habitación. Por fin estaba arriba. Abrí la puerta y la cerré, cuando un soplido sonó a mi lado y me sobresalté. No dudé ni un segundo en abrir la puerta y bajar, pero cuando estaba abajo escuché una risa, como si tramase algo, que salía de mi habitación y bajaba las escaleras. Justo cuando estaba en la puerta para salir, escuché que llamaban, pero no me dio tiempo a reaccionar y abrí la puerta. Otro susurro sonó a mi lado, esta vez distinto. Salí corriendo, tenía mucho miedo, no sabía lo que estaba pasando, cuando de repente me pegaron y caí al suelo aturdido. Escuché cómo se acercaba la risa de antes y perdí el conocimiento. No sé qué pasó después.
Al despertar, ya era de día y estaba en mi cama, acostado, como si nada hubiese pasado, como si en la noche anterior hubiese conseguido dormir en paz. Pero yo sabía que algo había pasado y que no había sido una imaginación.
A partir de ese día viví con miedo de que algo volviese a pasar.


Acompañemos a Miguel en su Historia de la escalera:

Esta es la historia de un hombre llamado Martín y que vive en Estados Unidos, exactamente en un vecindario de seis casas. La de enfrente, que está casi abandonada, es en la que vive su misterioso vecino que no sale casi a la calle. Martín escucha unos ruidos extraños en la casa del vecino y decide ir a ver qué sucede. Tras haber golpeado varias veces la puerta descubre que está abierta y decide entrar. De frente se encuentra unas escaleras y desciende por ellas, por si su vecino estuviera abajo. Cuando está bajando se cierra de golpe la puerta y se da cuenta de que se ha quedado encerrado. Justo después se escuchan pasos misteriosos en la escalera...


Gisele nos sumerge en esta espantosa noche veraniega:

La acción principal sucede en una carretera oscura, solitaria y al final de un camino se encuentra la caseta que menciono. Hay que imaginarse a una sombra corriendo por detrás de un grupo de cinco personas, luego a alguien rozando el hombro a la última chica del grupo y posteriormente a las cinco chicas corriendo en dirección a la caseta. Después al salir de la caseta hay que imaginarse la cara de un monstruo y por último a las chicas corriendo de nuevo y llegando a un sitio lleno de gente.


Isabell nos invita a pasar un petrificante momento:

Era una noche muy fría de otoño. Iba yendo a la cabaña de mi abuela que quedaba en un pueblo un poco alejado de la ciudad. Cuando llegué, salí del coche, cogí mis maletas y entré a la cabaña. La luz pero se había dañado, así que fui arreglarla. Lo conseguí, pero después de eso escuche un ruido extraño venir de la habitación de mi abuela, así que fui y me llevé una sorpresa muy aterradora y triste: mi abuela no estaba. No había nadie, pero las paredes estaban llenas de sangre y en el suelo había un mensaje que decía “tu abuela está perdida y nunca la encontrarás”. Así que regresé corriendo al auto y llamé a mi hermano y le pedí ayuda. Y el resto es otra historia...


Dalia nos relata un episodio que pone la piel de gallina...

Una noche antes de Halloween, en un pueblo, Miranda se dispone a dormir con el sonido de los grillos de fondo. De repente aparece en un sitio oscuro y con polvo que le provoca una fuerte tos, saca y enciende una cerilla de su bolsillo y se dispone a explorar esa especie de casa abandonada. Las escaleras son interminables pero a lo largo de su recorrido encuentra una puerta. La abre y encuentra una bañera goteando. Cierra la puerta y continúa subiendo. Ya al final de las escaleras ve una última puerta donde no hay mas salidas, así que la abre y ve a una señora riendo con una motosierra. El grito de una niña la delata. Miranda cierra la puerta y huye escaleras abajo.  Abre otra puerta de una habitación y se esconde. Escucha los pasos de ese ser acercándose, ya está detrás de la puerta hasta que, PUM, la motosierra atraviesa la puerta y rompe un cristal. Miranda suelta un grito despavorido, pero, ¿qué suena?, el cuco le despierta. Ya son las 9 de la mañana. 
Ya es Halloween.


Irene nos relata su peculiar turno de trabajo nocturno: 

Me encuentro en una central nuclear apartada de la ciudad en la que estoy haciendo un turno de noche. Ahora mismo estoy en las cámaras de vigilancia y decido sintonizar la radio para poner algo de música, pero no hay mucha señal así que decido ir a ver si la antena funciona bien, pero de repente una extraña criatura me sorprende…
Empiezo a correr rápidamente porque estoy asustado, pero me choco con un cristal de la central. Cuando desperté de la caída, estaba la criatura al lado construyendo algo con un torno.
De nuevo me asusté y eché a correr hasta encerrarme en un cuarto. La extraña criatura llamó a la puerta. Como yo no abría, utilizó una motosierra para perforarla, pero antes de que pudiera hacer nada sonó la alarma de incendios y llegó la policía. Sacaron sus pistolas y mataron a la criatura, que gimió de dolor.
Me ayudaron a salir de ese extraño cuarto y me llevaron en sus coches a testificar.




                                        Segundo de la E.S.O.


María nos contagia un miedo cerval:

Campanario abandonado que por alguna razón sigue funcionando. Hay ciertos monstruos o seres que me impiden el paso. Tengo miedo.


Rocío ha creado esta estampa esperpéntica que comparte con nosotros:


Borja ha imaginado este tétrico momento: 

Esta historia comienza con un hombre yendo al salón. Busca algo entre cartones. Va a la puerta, sale y echa llave a la puerta. Cuando sale se encuentra con una lluvia intensa y tiene que pasar por una plaza donde hay gente gritando. Cuando llega a la casa abandonada, toca el timbre pero no responde nadie, así que entra y la puerta hace un ruido inquietante. Se encuentra con un reloj que suena de manera exagerada, hasta que escucha un bebé llorando en la cocina y va a investigar qué es. Y resulta ser una criatura extraña. La criatura hace un sonido espantoso y el hombre se va corriendo pero la criatura lo golpea con una barra de metal y empieza a comérselo.




La imaginación de Jorge nos lleva a espiar el comienzo de una nueva etapa en la vida de Sam:

Sam era nuevo en la ciudad. Por el trabajo de sus padres, cada dos o tres años Sam se mudaba de casa y empezaba en un colegio nuevo. Este curso comenzaba secundaria y le estaba costando adaptarse a su nuevo grupo de amigos.
Estos le habían puesto una condición para ser uno más de ellos. Consistía en que Sam debía entrar de noche en el antiguo caserón de la colina para rescatar un balón que hace tiempo se les había colado por la buhardilla.
Había muchas historias sobre la casa. Era un lugar terrorífico, nadie se acercaba a la colina. Muchas leyendas circulaban alrededor de aquella casa. Todos los inquilinos que habían vivido en ella no habían durado más de un mes.
Pero Sam se armó de valor. No quería quedarse sin amigos. Tenía que ser valiente.
Ya estaba en la entrada. Giró el pomo y la puerta estaba abierta. Presionó el interruptor de la luz, pero no se encendió. El suelo crujía constantemente. Sam tenía miedo. Subió las escaleras. Estaba empezando a llover. Llegó a la buhardilla y con la luz de un relámpago llegó a ver el balón al fondo. Se escuchó un ruido. Había tormenta y la ventana se abrió de par en par por el fuerte vendaval. Ahora estaba completamente a oscuras. El ruido volvió a sonar, esta vez desde el otro extremo de la habitación. Con la mano extendida caminó en busca de la salida. A los dos pasos chocó contra algo. Atemorizado, un relámpago iluminó la estancia y vio a un niño de su misma estatura frente a él.
Al fondo, en la pared, estaba escrita la palabra FUERA. Sam salió corriendo lo más rápido que pudo.
Jamás le contó a nadie lo que había ocurrido. A los chicos de la clase no les llegó a decir que había conseguido entrar.
Meses después, en un viejo periódico que encontró en su casa, Sam vio en la portada al mismo niño de la casa. Bajo la foto el titular decía que había aparecido un niño muerto en extrañas circunstancias.


Julio nos describe la aciaga suerte que corrió su amigo John: 

En una tarde de tormenta, el granjero John White intenta guarecerse en su casa, una cabaña en medio del campo.
Está cansado y decide subir las escaleras hacia su habitación. Se tumba en la cama y se pone a dormir. De repente, alguien golpea el cristal de la planta baja con impaciencia.
El ruido del cristal al romperse despierta a John White quien, sobresaltado, corre escaleras abajo completamente asustado. Al llegar al salón una sombra se abalanza sobre él.
Tras una fuerte lucha el sonido de un hacha deja el salón en completo silencio.
Finalmente se oye la risa malvada del asesino James Black. ¡¡¡Jajajaja!!!


Héctor ha realizado esta estampa monstruosa y nos cuenta:

Una vez pasada la carátula, se oye al personaje yendo a agarrar unas llaves. Después de este momento, vuelve con las llaves al sitio, y va caminando rápido hacia la puerta. Una vez que llega aquí, la abre, sale al exterior, y vuelve a cerrar. En estos momentos se escucha la atmósfera (lluvia, truenos…). Va corriendo por una calle, donde entra a una puerta “desconocida”. Pasa con cuidado, y al sentirse extraño, pregunta, “¿Hola, hay alguien ahí...?”. Poco después comienza a escuchar sonidos extraños, que no sabe de dónde proceden, o qué pueden exactamente significar. Distraído por los sonidos, no oye que una entidad se acerca hacía él. Rápidamente cesan los sonidos, el monstruo corre hacia él para atacarlo. Huye raudamente, pero poco tiempo después el monstruo lo alcanza, y así es como finaliza la historia.


Juan nos cuenta una jornada tenebrosa y ciertamente desafortunada:

Un hombre se ha perdido en el bosque y de repente oye un ruido extraño (el grito de una mujer lobo) y se pone nervioso y empieza a jadear.
Luego ve una casa y entra, sube las escaleras. Se topa con una señora: era la mujer que había escuchado antes en el campo). Se asusta y le dispara dos veces.
Viene la policía y el hombre sale huyendo con una moto, pero tiene un accidente.


 
Miguel Ángel nos relata unas desventuras monstruosas:

Una persona está en un casa en el campo huyendo de un monstruo, se da numerosos golpes pero sigue corriendo.  Al salir de la casa fuera del campo, se para bajo un árbol a descansar, pero aparece el monstruo detrás y lo devora.
Resulta que era una peli que estaban viendo dos chavales un viernes para relajarse. Acababan de terminarla y estaban comentando sobre el tema. Un chaval contó una historia, lo poseyó un demonio, y de repente el chaval normal aparece en su cama asustado, pero el chaval poseído apareció a su lado en la cama y lo mató.



Nahia describe un momento de miedo inexplicable.

Estoy en mi casa, es de noche y está lloviendo afuera, la lluvia es muy fuerte y hay truenos. Alguien llama al teléfono. En medio de la noche empieza a sonar un reloj y lo apago sin saber por qué se había puesto a sonar a esas horas de la noche. Pasa un rato y empieza a gotear el grifo del baño. Sin saber por qué gotea, me levanto a cerrarlo, y mientras estoy volviendo los truenos de fuera cada vez son más fuertes, pero lo ignoro y me vuelvo a acostar. Al cabo de un rato alguien llama a la puerta, me levanto a ver quién es aunque me parezca muy extraño porque son las 3 de la mañana, pero cuando abro la puerta se oye un ruido (que pueden ser varias cosas, pero es lo que cada uno se imagine) y ya no se escuchan pasos de vuelta a la cama, pero sí se siguen oyendo la lluvia y los fuertes truenos.



Guillermo presenta La mansión encantada:



Camila nos aconseja no mirar detrás de la puerta...

Llegas tarde en coche a tu casa, pero llegando escuchas cristales y botellas romperse, corres e intentas abrir la puerta repetidamente en vano al final decides golpearla sin resultado.



Martín nos enfrenta a un robo callejero con consecuencias imprevistas:


 
Elena comparte este tétrico cuadro:


Sofía nos deja intrigados:



Primero de la E.S.O.


Matías nos presenta su especial Una noche en la cabaña:

Vas caminando hacia tu auto para ir a tu cabaña (aproximadamente llegarás en la noche), subes a tu auto, empiezas a manejar. Te aburres y prendes la radio, buscas y buscas, no encuentras nada que te guste y apagas la radio. Manejas un poco más y llegas a la cabaña en la que pasarás el sábado y el domingo.
Frenas el auto, sales de él y caminas un poco hacia la cabaña. Entras, buscas el interruptor de la luz, lo presionas, pero el foco se daña. Vas al armario que está cerca del salón, ya que recuerdas que la última vez que fuiste a la cabaña dejaste una caja de bombillas guardada allí. Caminas hacia el armario, pero encuentras algo muy aterrador. Corres e intentas salir, pero antes de lograrlo, eso te lastima un poco con una motosierra y se va.


Blanca nos convida con esta historia: 



Joel nos describe lo que ha descrito con sonidos:

Yo quiero que con mi carátula te imagines a una persona aterrorizada, porque se le han apagado las luces de su casa de repente y, además, está cayendo una tormenta con truenos, lluvia y un vendaval. Y encima, con todo este lío, la persona oye que la puerta del desván se abre por sorpresa. Al oírlo la persona se para, y escucha una risa malvada, y un espíritu (yo) .



Lucía nos da estas instrucciones para la escucha:

Se debe imaginar que una niña llega a su casa con una fuerte tormenta en la noche de Halloween y que hay una bruja en su casa, la luna sale y la bruja se convierte en zombie y le roba la mente a la niña. Después la bruja zombie le entrega la mente a una malvada bruja muy poderosa que no se sabe quién es.


Malena nos guía con precisión en este viaje en tren: 

¿QUÉ DEBES IMAGINARTE?
Al principio debes imaginarte que una mujer llamada Margaret camina por el interior de un tren de vapor antiguo hacia el camarote en el que están dos de sus compañeros de trabajo, Tom y Harry. Allí una revisora les pedirá los tickets y a continuación se apagarán las luces, lo que dará lugar a un gran accidente en el que todos los pasajeros del tren morirán.

ARGUMENTO
El argumento es que tres compañeros de trabajo viajan juntos en un tren de vapor antiguo hacia Zaragoza para asistir a una reunión muy importante. En un momento del viaje se apaga la luz, el tren descarrila y se produce un gran accidente. Debido a eso los tres compañeros de trabajo no consiguen llegar a esa reunión tan importante.




Mateo comparte con nosotros su noche de brujas: 

Una familia, compuesta por dos pequeños y sus padres, viajaban por carretera hacia Basauri (NA. 3, yendo los niños atrás cada niño a lo suyo y los padres sin hablar mientras conducía la madre) cuando el coche se les averió (NA. 4, todos se quedaron preocupados por la falta de luz). Los padres salieron a buscar ayuda (NA. 5, los padres se fueron a pie hacia el pueblo más cercano) y, para que los niños no se aburrieran, les dejaron con la radio encendida (NA. 6, se oía un partido de fútbol y les tranquilizaba). Cayó la noche (NA. 7, los niños  comenzaron a asustarse al oír ruidos de animales) y los padres seguían sin volver cuando escucharon una inquietante noticia en la radio (en el intermedio del partido): (NA. 8) un asesino muy peligroso se había escapado de un centro penitenciario cercano a Barakaldo y pedían que se extremaran las precauciones (el miedo y los temblores por la preocupación vuelve a los pequeños que apagan la radio).
Las horas pasaban (NA. 9) y los padres de los niños no regresaban (los niños se habían quedado dormidos). De pronto, empezaron a escuchar golpes sobre sus cabezas (NA. 10, haciendo que ambos se despierten y miren hacia el techo). Los golpes (la oscuridad de la noche no les dejaba ver qué golpeaba el coche), que parecían provenir de algo que golpeaba la parte de arriba del coche, eran cada vez más rápidos y más fuertes (NA. 10, el hermano pequeño abraza al mayor preguntando por sus padres). Los niños, aterrados, no pudieron resistir más: abrieron la puerta y huyeron a toda prisa (NA. 11 y 12, se metieron en el bosque sin luz). Solo el mayor de los niños se atrevió a girar la cabeza para mirar qué provocaba los golpes (mientras corría detrás de su hermano, siguiéndolo). No debería haberlo hecho (NA. 13, la poca luz de la luna le dejó ver): sobre el coche había un hombre de gran tamaño, que golpeaba la parte superior del vehículo con algo que tenía en las manos: eran las cabezas de sus padres (NA. 1, los niños siguen corriendo despavoridos…).
Despedida.



Miranda nos cuenta su particular paseo nocturno:

Voy por un pueblo caminando de noche, hay unas pocas luces amarillas y viejas. Voy por una carretera de piedra descuidada y llena de ramas y hojas de otoño. De repente escucha la puerta de una casa aterradora, un antiguo molino. Parece que dentro no hay nada… Miro fijamente a la puerta y me asusta el repentino sonido de una motosierra sonando entre unas balas de paja y una mini granja. Salgo corriendo astutamente pero, por los nervios, me caigo. Debido al estrés del susto y a la hiperventilación, me pongo a toser.




Amelia comparte El baño de sangre

Mi  madre se estaba duchando mientras yo recogía un paquete, cuando algo raro pasó en el baño mientras yo estaba afuera. Algo insólito, nunca visto.
Llamé a la puerta tres veces pero nadie abrió la puerta, así que saqué las llaves y la abrí yo.
Llegué al pasillo cuando oí una risa de una niña que venía del salón. Me acerqué y, de golpe….

 
Jaime pinta una marina algo peculiar:

Nos encontramos en un puerto medio abandonado, con gaviotas volando sobre él, hasta que suena un trueno. Entonces, comienza a llover y a tronar.
En unas de las pocas casas habitadas que se encuentran cerca del puerto se oye cómo se rompe un cristal y, luego, pasos.
La señora que vive allí se alerta. En ese momento ve al asesino y grita. 
La cara del asesino le era conocida, ya que era un amigo de las clases de zumba y siempre había pensado que estaba algo loco.
El hombre lleva un bate en la mano, con el que la golpea, tirándola al suelo. Ella, medio muerta, oye al hombre reírse. Antes de que pueda decir nada, la golpea nuevamente, provocando su muerte.


Lucía narra una llamada inquietante:  

La protagonista llega a casa en un día muy tormentoso de la universidad. Ella cuando llega
procede a llamar a su mejor amiga.(TODO PASA EN SU CASA.)
Lía (mejor amiga): -Hola Yuna, ¿Ya has llegado a casa? es que te tengo que contar una cosa que me ha pasado súper importante.
Yuna(protagonista): -Sí, ya he llegado. ¡Mamá ya he llegado! Cuéntame esa cosa importante.
Lía: -Hoy mientras estaba en clase de geografía me llegó un mensaje….
Yuna: -Sí
Lía: -Y yo obviamente lo tenía que ver, lo saqué con cuidado y miré...
Hubo un pequeño silencio. Lía no contestaba.
Yuna: -¿Lía?, sigue contándome...
Todavía no contestaba, y de pronto se cortó la llamada.
Yuna empezó a asustarse mucho. No paraba de sentir escalofríos cada vez que oía el viento de fuera y las gotas de agua rebotar en el suelo y en el tejado. De pronto escuchó algo que venía del piso de arriba, un sonido de la televisión.
Yuna: -¿Mamá estás arriba? Voy a subir.
Ella estaba atemorizada, pero era la única opción que tenía. Procedió a subir las escaleras, parándose en cada peldaño. Esto hacía que en cada silencio lo único que se escuchaba era el viento, la lluvia, el silencio… y el sonido que cada vez sonaba más cerca. Cuando llegó al piso de arriba lo único que vio fue una habitación de la que procedía el ruido.
Yuna: -¿Mamá estás ahí?
Se acercó lentamente y al abrir la puerta vio que el sonido que escuchaba era de una televisión. Ella al verlo se tranquilizó pero cuando se dio cuenta que no estaba su madre lo único que pudo decir fue…
Yuna: Ma…



Inés recrea una mañana neoyorkina:

Suena el despertador, lo apago y me levanto de la cama, voy hacia la cocina y cojo una caja de cereales, los echo en un cuenco y me los como todos. Ahora me dirijo al baño, y me lavo los dientes, voy directo a la puerta la abro y espero al ascensor. Una vez dentro, suena una música, mientras el ascensor desciende, yo pienso sobre mi aburrida vida, siempre tan rutinaria. Aunque ya es viernes, pronto será lunes. Cuando el ascensor llega abajo, salgo y abro la pesada puerta de mi portal, pero cuando salgo, no veo a nadie. Son las 6:30 am, pero, sea la hora que sea, las calles de Nueva York nunca habían estado tan silenciosas. Me quedo un poco aterrado ante la idea de estar solo, así que decido llamar a mi madre. Marco el número y me da tono 2 veces, luego salta el contestador, pero un sonido estático lo corta. Del susto lanzo el móvil tan fuerte que rompo una ventana.
Tengo miedo, pero decido ir a investigar. Ando un par de calles pero, mientras camino, escucho un ruido detrás de mí, como un susurro. Estoy paralizado pero me doy la vuelta. Veo a una mujer. Tiene el cuello torcido y un vestido largo y roto. Grita tan fuerte que me pitan los oídos (ya puedes subir el volumen). Corro y corro hasta que ya no puedo más. Miro hacia atrás y ya no estaba, por lo que decido continuar. Paseo por calles vacías, pero, por cada calle que paso, se me hace igual a la anterior, ¿es que me estoy volviendo loco? Camino por horas, hasta que escucho una melodía. Por fin algo diferente. Veo una cajita de música al final de la calle. Me acerco, pero la canción se pone cada vez más tenebrosa, y, de repente, escucho unos pasos que se van acercando. Estoy paralizado, no me puedo mover y mucho menos correr. Siento una respiración en la espalda, mi corazón va a mil, me doy la vuelta y...



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