Aprovechando la fecha de Halloween, los alumnos han confeccionado audios de misterio con el programa de edición de sonido que estamos manejando en las clases.
Sumerjámonos en estos aterradores cuadros sonoros.
Tercero de la E.S.O.
Se asustó y colgó el teléfono inmediatamente. En seguida volvieron a llamar. Volvió a coger el teléfono, esta vez con un poco de miedo debido a lo antes ocurrido. Volvió a escucharse el mismo ruido. Esta vez la chica preguntó qué quería. Una voz respondió que quería jugar, otra vez acompañado de risas que le daban más miedo al asunto. Más asustada aún que antes, volvió a colgar el teléfono.
De repente un plato se rompió . Corrió escaleras arriba y abrió la puerta de su habitación y se encerró en ella. Parecía que todo había cesado pero no fue así. La misma voz que la del teléfono sonó y dijo: Vamos a jugar. Empezaron a dar golpes en la puerta. Más tarde se escuchó una risa espeluznante. La chica estaba aterrada, ya que vivía sola en la casa, o eso pensaba. Los golpes comenzaron de nuevo. Cada vez más y más fuertes. Cuando por fin pararon, abrió la puerta muy despacio y empezó a caminar a paso de tortuga y casi petrificada. Cuando estaba en el pasillo la puerta se cerró de golpe. De pronto noto una fuerza que la empujaba y cayó al suelo.A lo lejos vi una sombra. Una sombra que lentamente se acercaba a mí. Una sombra, que quiere engullirme, devorarme, y sin ir más lejos, matarme.
A medida que el ente se aproximaba a mí dando enormes zancadas, me fui retirando patosamente hacia atrás, pero como estaba previsto me tendría que chocar contra la pared del gimnasio.
En ese momento, me di por muerta. No podía hacer nada, era una débil humana, pero siempre pensé que morir luchando era una buena forma de acabar, sobre todo si era por proteger a un ser querido. Así que, por orgullo y dignidad, debería seguir luchando hasta que la bestia me dejara sin aliento
El cazador lanzó una fuerte y siniestra risotada, a la vez que daba un paso hacia mí, dejándose ver gracias a la luz que pasaba por una pequeña rendija de la sala del instituto.
Pude entrever su rostro entre la oscuridad, aunque en lo único que me fijé con atención es en sus ojos rojos llenos de euforia y sed. Unos ojos que me atraparon y me absorbieron, dejándome inmóvil, absorta.
En medio del silencio se escuchaban mis latidos y mi acelerada respiración, y miles de preguntas y pensamientos pasaban por mi cabeza.
Hasta que, el silencio se convirtió en pasos, y, ¿qué es eso? ¡¿Un cuchillo?!
Poco a poco se fue arrastrando por la sala, y, afilándolo, el asesino se acercó a mí entre risas, como si matarme fuera algún juego divertido y entretenido.
Yo, desquiciada y aterrada, sin poder hacer nada me eché a llorar, desconsolada, y mis gritos se escucharon en el eco del gimnasio vacío.
-Estoy muerta, más que muerta. ¿Qué puedo hacer yo?
-Tic tac- suenan las agujas del reloj.
El asesino estaba a dos metros de mí, y, de repente, se detuvo.
De mí salió un chillido de horror.
Pero, ¿por qué se ha detenido?
Erika nos pone los pelos de punta con este relato sonoro:
En el audio se relata la historia de un hombre que va caminando por el bosque cuando de repente le coge la lluvia. Asustado, se mete en una casa abandonada, que aunque no diese muy buena espina era mejor que estar en la lluvia. Una vez está dentro sube las escaleras hacia el piso de arriba, pero un sonido hace que se le pare el corazón. Corre hacia abajo y sale corriendo de la casa. Al salir se encuentra una iglesia que antes no estaba ahí. Sus campanas no dejaban de tañer y él solo quería salir cuanto antes. La policía pasó por ahí y él hizo señal para que le ayudarán pero no sirvió de nada: se marcharon. Después de un rato un espíritu interior intenta matarlo y al final muere haciendo que su demonio interior salga.
Decide llamar a la puerta y al ver que nadie la abre vuelve a llamar pero esta vez de forma más fuerte.
La puerta se abre sola y pega un portazo.
La chica al entrar pregunta:
-¿Hola, hay alguien?
Continúa andando y explorando la casa y decide subir las escaleras, el suelo cruje.
Ella pregunta de nuevo: -¿Hola?
Comienza a escuchar una chimenea y ve a una señora con un bebé en una mecedora frente a la chimenea.
Y ella pregunta: .¿Puede ayudarme…., por favor?
La señora se comienza a reír de forma extraña y finalmente se escucha el grito de la chica al ser capturada por la señora frente a la chimenea.
Laura nos relata este pasaje que pone los pelos de punta:
En un pueblo a las afueras de la ciudad, por la noche, la tormenta comienza y la lluvia cae. El viento empieza a ulular y se logra escuchar a un búho. Una niña llega a casa de una anciana a refugiarse del temporal y sube los escalones de madera vieja. Llama al timbre y tras tres veces, la puerta se abre chirriando (hace mucho tiempo que no se abría) y aparece una anciana que la invita a pasar: “Bienvenida, querida, pasa, pasa”. La niña entra y empiezan a sonar objetos en la casa. La vieja se aleja y de repente se cae un vaso de cristal. La anciana se gira hacia la muchacha y le dice “Acércate, 1, 2, 3, 4, 5…500, 1000…”. Su voz se oye cada vez más cercana y más fuerte mientras se para todo sonido y solo podemos escuchar la voz de la vieja.
Clara nos describe un truculento episodio:
Tras el grito la protagonista muerta de miedo escucha un llanto en el piso de arriba y decide subir para ver de dónde procede; al subir descubre que el llanto procede del baño y le pregunta a la persona que llora si necesita ayuda. Tras un silencio escucha cómo sobresale el agua del grifo cuando no estaba abierto, y al ir a abrir la puerta descubre que está cerrada por dentro.
Desesperada, plantada en el pasillo, escucha una caja de música en la habitación de enfrente y al adentrarse en ella se produce un cortocircuito de las luces que provoca que exploten las bombillas. La chica, abrumada, decide salir lo más rápido posible de su casa y baja las escaleras corriendo. Al abrir la puerta trata corre lo más rápido posible a través del bosque que rodea su casa.
Decide pararse ya que, además de estar cansada, muchas cosas le pasan por la cabeza en ese instante. Pero poco después cae un rayo y tras un silencio la chica grita….
Todo empieza en la noche de Halloween con un grupo de amigos.
El grupo tenía pensado ir a pedir truco o trato por el pueblo, pero debido de una tormenta muy fuerte se vieron obligados a acudir a una casa cercana que había abandonada a las afueras del pueblo. Se adentraron en la casa con paso acelerado debido a los fuertes truenos, hasta que al fin llegaron a lo que suponían era la sala de estar. Estuvieron en silencio intentando entrar en calor, pero de un momento un teléfono en medio de la sala comenzó a sonar. Al principio no lo cogieron pero tras la persistencia una de las jóvenes consiguió sacar el valor de cogerlo y contestar. Dado que no respondía nadie decidió hablar pero no escuchó nada más que unos sonidos muy extraños. Al cabo de unos segundos empezaron a escuchar el sonido de unos metales, los metales dieron lugar a unos pasos de alguien pesado aproximándose, una sombra grande empezó a aparecer y el grupo de amigos dio un gran grito viendo que cada vez se acercaba más a ellos.
Después de ese momento todos se desmayaron y despertaron todos en medio del campo. Todos estaban muy confundidos...
Trata de una chica que su marido estaba loco y se divorciaron. Al día siguiente la chica estaba en su piscina y escuchaba a los grillos cantar cuando de pronto su marido llegó con una perforadora. La chica corrió y se encerró en el garaje, cerró la puerta de alta seguridad y el hombre empezó a golpear la puerta con un martillo.
La mujer corrió hacia su granero pero su exmarido lo había prendido fuego con gasolina. La mujer, aturdida por inhalar el humo, vio a sus pobres ovejas y gallinas ardiendo.
Un hospital aparentemente tranquilo, en un día lluvioso y un poco ajetreado.
Se oye el sonido de la máquina que mide las pulsaciones de una paciente internada en el hospital, pero resulta, que la paciente no está sola, tiene una visita inesperada. El intruso tose y afila un cuchillo. La mujer, intuyendo lo que va a suceder, se pone a llorar descontroladamente mientras el misterioso hombre sigue afilando su cuchillo. De repente se lo clava y se oye un grito de la mujer. La máquina marca que está muerta. Se oyen las risas del asesino.
Lucía relata una particular vuelta del colegio:
Un martes lluvioso de octubre, Raily, una adolescente, que como todos los días salía de la escuela para dirigirse a su casa y comer, pero lo que ella no sabía es que nadie iba a estar en casa.
Raily está en la calle llegando a su casa, abre la puerta y la cierra de un portazo. Enciende la luz del pasillo y se pregunta el motivo de que hubiera tanto silencio.
Raily: ¡Ya estoy en casa!
Raily: ¡¿Mamá, estás en casa?! (grita preocupada)
Ella piensa que a lo mejor está dormida, por lo que cuidadosamente va hasta las escaleras, las sube y cuando está a punto de entrar, suena el teléfono. Baja corriendo las escaleras pensando que a lo mejor son sus padres.
Raily: ¿Diga?
Voz misteriosa: Raily, no sigas buscando, yo ya me he encargado de ellos, ahora me toca ir a por ti.
Raily, rápidamente cuelga y corriendo sale del salón para dirigirse a la habitación de sus padres, mira y ve que no hay nada.va a su habitación, cierra la puerta y se queda pensando.
Mientras que la habitación de sus padres empieza a sonar una música, mientras se escucha la voz de una niña
Niña: 1… 3 4 5 6 7 8 9 10, voy a por ti.
Raily se asusta al escuchar eso… ella se queda en la habitación encerrada, por nada del mundo decide salir. De repente se para la música, pero lo que ella no sabe es que la niña está debajo de la cama esperando a que Raily se despiste. “Para llevarla con sus padres”
Varias adolescentes habían ido a pasar la noche en casa de una amiga, aprovechando que sus padres estaban de viaje. Cuando apagaron las luces se pusieron a hablar de un viejo al que acababan de enterrar en un cementerio cercano. Se decía que lo habían enterrado vivo y que se le podía escuchar arañando el ataúd, intentando salir.
Una de las chicas se burló de aquella idea, así que las otras la desafiaron a que se levantara y fuera a visitar la tumba. Como prueba de que había ido, tenía que clavar una estaca de madera sobre la tierra de la tumba. La chica se fue y sus amigas apagaron la luz otra vez y esperaron a que volviera.
Pero pasó una hora, y otra más, sin que tuvieran noticias de su amiga. Se quedaron en la cama despiertas, cada vez más aterradas. Llegó la mañana y la chica no había aparecido. Aquel mismo día, los padres de la chica regresaron a casa y, junto al resto de padres, acudieron al cementerio. Encontraron a la chica tirada sobre la tumba… Muerta. Al agacharse para clavar la estaca en el suelo, había pillado también el bajo de su falda. Cuando intentó levantarse y no pudo, creyó que el viejo muerto la había agarrado. Murió del susto en el acto.
Siglos después unos niños fueron a esa misma tumba, ya que les habían contado la historia y decidieron comprobarla. Pero no llegaron muy lejos puesto que uno de ellos tropezó en el camino con una estaca impregnada de sangre y todos salieron corriendo de aquel lugar a contárselo a sus amigos, pero lo que no sabían era que el fantasma de una chica les perseguiría por siempre si contaban su historia.
Vadym nos asombra con esta terrorífica escena:
Sucedió una tarde. Se acercaba la noche de Halloween y decidí dar un paseo. En el poste vi una señal interesante que apuntaba en dirección a un bosque mágico, poderoso y simplemente increíblemente grande. Pensé e inmediatamente fui a investigarlo.
Cuando entré, me di cuenta de que este bosque es realmente muy grande y oscuro. Caminé y caminé ya lo lejos escuché el sonido de una campana. Era tan antiguo que pensé que tal vez lo acababa de escuchar, es imposible que hubiera algún tipo de iglesia dentro del bosque. Seguí mi camino y escuché de nuevo el sonido de la campana. De hecho, me las arreglé para asustarme. Pero audazmente continué mi camino. Caminando más, escuché un sonido fuerte como un fantasma. Y sin pensarlo, corrí hacia lo profundo del bosque. Los sonidos continuaron, pero yo mismo, sin esperar tal velocidad, finalmente me detuve.
Recuperando el aliento, levanté la cabeza y vi una casa de madera vieja e inusual frente a mí. Inmediatamente entré porque me sentía en peligro. Por dentro estaba simplemente sorprendido. La casa parecía misteriosa por dentro, pero no tan antigua como por fuera. Lo primero que hice fue encender un fósforo y prender fuego a la leña de la chimenea, y me quedé dormido con el crepitar de la leña.
Me desperté con el hecho de que extrañas criaturas como hadas estaban bailando a mi alrededor. No me desearon mal y me contaron la historia del bosque y de esta casa.
Al final resultó que, este bosque no es ordinario sino maldito. Y todas las criaturas mágicas y las personas sufrieron de él. Entonces las hadas me pidieron que las ayudara y realizará el ritual. En cuanto a la casa, en esta casa vivían parientes lejanos. A saber, una abuela que sabía magia. Por eso, no es de extrañar que su casa sea la única en el bosque. Érase una vez un pueblo, pero debido a la maldición de una bruja, el pueblo se convirtió en un bosque muchos años después y la casa estaba bastante bien conservada.
Entonces, las hadas me contaron sobre el ritual y cómo realizarlo. Tuve que cantar dos canciones. Una en tono bajo para protegerte, y la segunda canción en tono alto para proteger el bosque y todas las criaturas que viven en él.
Hice todo como me dijeron y después del ritual me sentí mejor y de repente escuché un terrible grito diabólico. Era una maldición que desapareció de la faz del bosque para siempre.
Las hadas me dieron las gracias y me llevaron a la salida del bosque. Al salir, escuché una terrible risa diabólica. Quizás este no sea mi último viaje al bosque mágico y misterioso…
Un niño toca el timbre de la casa de Iván el 31 de octubre, a altas horas de la noche.
Iván le abre la puerta y el niño le pregunta: “¿Truco o trato?”.
Él le responde : “No te parece muy tarde para estar pidiendo chuches”.
Iván mira a los dos lados del niño y le pregunta: “¿Estás solo?”.
El niño no responde así que Iván decide inventar una excusa diciendo: “Perdón, pero no me quedan chuches. Deberías volver, es muy tarde para que estés por aquí. Chao”.
Después Iván cierra la puerta de su casa.
Acto seguido Iván se encuentra comiendo unas chuches en su sofá mientras ve las noticias. De repente oye una risa y piensa que es producto de su imaginación. Después vuelve a escuchar dos veces otra risa diferente y decide mirar a los alrededores de la sala, al mirar no encuentra nada extraño.
El canal de noticias se cambia a una escena en blanco y negro siendo el protagonista el niño que había tocado el timbre.
Poco a poco la escena se va acercando hasta que el niño sale de la pantalla. Iván le pregunta: “¿Qué es lo que quieres?”.
El niño se queda viendo a Iván en silencio con una cara tétrica.
Iván le dice: “Mira, aquí tienes chuches. Es esto lo que quieres, ¿no?”.
El niño le dice a Iván con un cuchillo en la mano: “Así que escogiste truco”. El niño apuñala varias veces a Iván mientras de fondo se reproduce la música del televisor.Segundo de la E.S.O.
Candela presenta Atracción fatal:
Yo:- Radio zapato presenta….. Atracción Fatal:
-(estaba en mi cama, y a punto de dormirme) Jajajajajajajaja (risa maléfica)
-Aaaaaaaaaaaaaaah (grito)
Corro a la habitación de mis padres, y no están, por lo que mi respiración acelera
Bajo las escaleras y me caigo
-Pum!
-Jajajajajajaja (risa maléfica)
De repente no hay ningún ruido, y al abrir los ojos me encuentro con montones de fantasmas y una brisa muy escalofriante
-Buuuuuuuuuuuuuuuuuuuu…
Salí corriendo y estaba todo oscuro, mientras andaba se escuchaban risas sobrenaturales.
Y nunca más se supo de mí
Había una vez dos amigos, Juan y Carlos, que estaban en un parque muy alejados de sus casas.
Se hizo muy noche y empezó a llover muy fuerte. los truenos y relámpagos asustaron a Juan y a Carlos. Los niños se quedaron parados durante un buen rato, hasta que Carlos miró para atrás y vio a un payaso con un cuchillo en la mano. Juan y Carlos gritaron y salieron corriendo. Después de mucho tiempo corriendo, llegaron bastante sofocados a la casa de Juan, que era la más cercana al parque.
Juan cogió las llaves de su casa para abrir la puerta, pero le costó mucho abrirla ya que estaba muy nervioso y aterrorizado por lo que había visto antes en el parque. Consiguieron abrir la puerta, entraron al portal y subieron rápido a la casa de Juan. Se dieron la vuelta y se encontraron otra vez al payaso con el cuchillo en la mano y volvieron a gritar.
Había una vez dos hermanas de distinta edad, las dos estaban dando un paseo por en medio del campo, pero de repente se les hizo de noche. Empezó a llover un poco y a continuación lo hizo con mucha más fuerza. En el cielo se veían las luces de los relámpagos y truenos que hacían temblar el suelo. También se escuchaban los pájaros, insectos y todas las criaturas del bosque. Cuando paró de llover el viento continuaba sonando. Hacía tanto viento que se escuchaba el sonido de los árboles al moverse las hojas. Las dos hermanas se abrazaron porque tenían mucho miedo cuando de repente escucharon unos pasos por detrás de ellas. Las hermanas no se atrevieron a mirar hacia atrás, se miraron entre ellas y gritaron las dos al mismo tiempo. Corrieron lo más rápido que pudieron, salieron del bosque y cuando ya estaban a salvo volvieron a su casa que estaba a pocos metros del bosque. Allí las dos se refugiaron y le contaron a sus padres todo lo que les había ocurrido esa misma noche.
María ofrece su relato ¿Hija?:
Unos amigos están en el bosque, han ido a pasar la noche de Halloween. Se escucha el río y el canto de los grillos, todo son risas y diversión.
De repente empieza a soplar un fuerte viento y relámpagos y truenos surgen en el cielo, amenaza tormenta.
Se oyen unas pisadas en el camino, los amigos se quedan en silencio, no saben que puede ser. De pronto se escucha una voz amenazante para que se vayan del bosque. Los amigos no se lo piensan dos veces: asustados, huyen corriendo bajo la tormenta.
¡¡El fantasma del bosque un año más ha conseguido su propósito!!
Arturo alivia algo la angustia de su relato con un final humorístico en La última noche:
Jared imagina un aterrador regreso a casa:
Eres un hombre que vuelve del trabajo en la lluvia, vas a tu casa y abres la puerta, entras y todo luce normal ¿no? pues no, empiezas a escuchar unos ruidos extraños en el piso de arriba así que subes a investigar. Cuando vas subiendo escuchas unos niños cantando y riendo en una habitación.
Decides abrir la puerta y ves unos niños que te miran fijamente y gritan mientras te persiguen. Tratas de huir pero te tropiezas y caes por las escaleras, logras levantarte y correr a la puerta pero está cerrada así que corres a la ventana mientras escuchas risas, tratas de abrir la ventana pero también está cerrada... YA NO HAY ESCAPE, lo último que escuchas son las risas de los niños acercándose.
Primero de la E.S.O.
María nos asombra con esta historia para no dormir:
Hace mucho tiempo vivía una joven pareja en un pequeño pueblo de España. Estaban locamente enamorados y cuando se enteraron de que iban a tener un bebé lo estaban aún más.
Poco tiempo después nació una preciosa niña y decidieron llamarla Nora. Era muy guapa y todos en el pueblo la querían. Pero cada vez que Nora crecía, sus padres se volvían más enfadados y fríos entre sí.
Cuando Nora tenía once años su padre le había llevado al parque de atracciones por su cumpleaños, aunque ella sólo quería que sus padres se llevaran bien y poder pasar su día con ambos, pero ellos lo veían como una competición. Entonces su padre recibió una llamada pero él no contestó, llamaron dos veces más y nada. Pero a la cuarta Nora le quitó el teléfono y escuchó lo más inesperado que podía escuchar: su madre había muerto. Nora se quedó paralizada y sintió un escalofrío por todo el cuerpo. Lentamente se dio la vuelta y vio a su padre mirándola, pero él no era su padre. Nora intentó correr pero la alcanzó. Éste la intentó tranquilizar y le aseguró que él era su padre, entonces la abrazó. Ella se sentía extraña, sin embargo pensaba que estaba tan triste por lo ocurrido con su madre que había dudado de él. Ella estaba nerviosa porque no la soltaba, e intentó alejarse pero la estaba apretando. Muy asustada intentó gritar pero no le salía ningún sonido y su ‘padre’ tenía los ojos negros, llenos de oscuridad y entonces dijo con una voz ronca y fría: -Estarás conmigo para siempre.
A la semana siguiente Nora no acudió al colegio y nadie más del pueblo vio ni a ella ni a su padre.
Un día cualquiera me tuve que ir de viaje de negocios en avión y eso suponía un problema puesto que tengo miedo a las alturas.
Al principio todo parecía normal pero de repente nos topamos con una gran tormenta. Para tranquilizarme miré por una de las ventanas del avión y al fijarme un poco vi que un silueta estaba posada sobre una de las alas del avión. A medida que parpadeaba la silueta se iba acercando más y más, al punto que llegué a distinguir que llevaba puesto un traje de piloto militar. Corriendo fui a avisar a una azafata, pero no había nadie. Entonces me dirigí a la sala de primera clase pero antes de cruzar la puerta vi como aquella silueta estaba en medio del pasillo observando. De inmediato salí corriendo a encerrarme en el baño. Cuando fui a ver si me estaba persiguiendo, todo había vuelto a la normalidad pero un poco cambiado: todo era mucho más antiguo. Me dirigí hacia mi asiento pero al sentarme la azafata me preguntó si quería una copa pero esta estaba llena de sangre.
Aterrorizado, vi cómo realmente la azafata era la silueta con el traje de piloto intentando asesinarme. Fui a buscar ayuda a la cabina del piloto pero no había nadie y me perseguía aquella aberración. Al instante bloqueé la puerta para ver como un chorro de sangre bañaba todo el cristal del avión. Me escondí en una esquina esperando a que se acabara todo .
Pasaron las horas y cuando llegué a mi destino desbloqueé la puerta y baje del avión para ver cómo estaba en un lugar peor que el infierno.
Pero, desde entonces, cada vez que entra alguien al cementerio se oye a una chica pidiendo ayuda (se oyen gritos de una chica).
Era una noche oscura y lluviosa. Se empezó a hacer tarde y un grupo de amigos andaba tranquilamente por las calles.
De repente empezaron a oír ruidos y pisadas extrañas. Sentían que esos ruidos y pisadas se acercaban cada vez más. De pronto …. zass zass... Algo los rozó varias veces. Ya no veían casi nada: era demasiado de noche. Se quedaron súper asustados hasta que oyeron una voz extraña que dijo : ¿jugamos?
Era la noche de Halloween cuando empezó a llover mientras volvía a mi casa. De repente, cayó un trueno a mi lado. Apareció una bruja, que se rio. Me asusté y salí corriendo hacia mi casa.
Cuando llegué a mi casa, se oyó un grito. ¡Era mi hermano! Bajé rápidamente las escaleras y me encontré a la bruja, que se fue por la ventana llevándose a mi hermano. La seguí, pero me choqué con un muro invisible. Tenía que ser brujería.
“Eso es todo lo que recuerdo, doctor”.
Daniela y su Rebelión en la granja:
Esta historia empieza con una persona que va dar un paseo por el bosque en una noche de invierno.
Cuando ya estaba adentrada en el bosque se desata una tormenta. La persona se asusta y empieza a correr lo más rápido que puede para buscar un refugio.
Encuentra una granja y decide entrar. Da unos cuantos golpes a la puerta para ver si hay alguien pero no hay respuesta, así que decide entrar.
Dentro hay un montón de ovejas. Decide entrar más en la granja pues con las ovejas no había mucho espacio. Encuentra unos cerdos y la asustan los ladridos de un perro. Sale corriendo y da con unas gallinas pero para su sorpresa las gallinas empiezan a picotearle las piernas. La persona grita pero las gallinas continúan picoteándola hasta el punto de perder el equilibrio.
La persona vuelve a gritar, esperando que alguien pueda oírla. Inmediatamente cae al suelo y las gallinas se la comen. Una de las gallinas ríe maléficamente. Era la revolución de las gallinas.
Era de noche y hacía mucho viento. Estaba en el parque con mis amigos, vi que era ya muy tarde y me tenía que ir. Me despedí y me fui.
Andando recordé que era Halloween, así que mis padres no estarían en casa. Parecía que iba a llover así que fui un poquito más rápido. Al llegar al portal empezó a llover, y subí en el ascensor hasta mi casa.
Al llegar a la puerta de mi casa vi que estaba abierta y la luz encendida. Pensé que había alguien, pero nadie contestaba. De repente la luz se apagó y se oyeron pasos que se acercaban cada vez más y más, ¿ Samuel, eres tú ?, pregunté, pero los pasos seguían acercándose. Algo saltó sobre mí.
Continuará…
Jimena describe una noche de brujas:
Es una oscura y tenebrosa noche de tormenta. Los árboles se mecen violentamente, el cielo se enciende con la luz de los rayos.
En un sótano poco iluminado se encuentra un hombre: parece que no ha comido ni bebido nada en días. El hombre acaba de despertarse. Se encuentra desorientado, no recuerda cómo llegó a ese sótano.
Se levanta del polvoriento suelo y sube las escaleras rápidamente: quiere salir de allí lo antes posible.
Cuando llega al final se encuentra con una puerta cerrada con llave, llama con los nudillos para ver si alguien responde y le abre la puerta. Nada.
Sigue llamando, ahora impacientemente. Y de la nada escucha unas risas, son lúgubres, al principio casi imperceptibles. Después se convierten en unas risas estridentes e incesantes, histéricas.
Al otro lado de la puerta hay unas brujas, que al cansarse del estruendo causado por el hombre le hacen desaparecer para no volver nunca jamás…
Una chica va paseando a solas por la noche mientras llueve y suenan truenos. Se oye un sonido peculiar, pero la chica no le da importancia y sigue caminando. A lo lejos se oye una risita burlona, pero no hay nadie alrededor. La chica se asusta y comienza a caminar más rápido. De nuevo, se oye la misma risa burlona, pero esta vez más cerca de ella. Truena. No se sabe qué pasa, pero de pronto se oye un grito que proviene de la chica. Después se oye un golpe se hace el silencio y la risa burlona suena otra vez.
Pablo comparte con nosotros lo inexplicable:
Era una noche de Halloween. José estaba paseando por el bosque hasta que encuentra una casa. Entró a hacer truco o trato pero no había nadie. La puerta se cerró de golpe y se fue la luz. Escuchó unas risas y un reloj cuco empezó a sonar. No sabía por qué sonaba si no había nadie. Pensó que la casa estaba encantada. El reloj paró de sonar. Cuando creía que estaba a salvo oyó un ruido insoportable y unos golpes de un ente misterioso.
Desde entonces no se sabe más de él.
Inés comparte un misterioso suceso:
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