Uno de los números del propio de la misa es el Dies irae, como recordarás.
El día del furioso Dios que nos juzga severamente y reduce los tiempos a cenizas y al que los mortales observamos aterrados esperando su postrer veredicto.
Aquí verás el canto gregoriano del Dies irae en tetragrama y notación cuadrada.
La clave que aparece al principio de cada tetragrama es la clave de C, es decir, de do.
Si la cuarta línea es do, el canto comienza con un fa.
Verás que hay un podatus sobre la sílaba -vet. Recuerda que se debía tocar primero la nota inferior y luego la superior, que eran sucesivas y no simultáneas.
En sae- y en -clum hay sendos clivis.
Tarea: decodifica e interpreta este canto en flauta dulce y envía un video a la profesora.
En la maravillosa película El séptimo sello, de Bergman aparecen en la Baja Edad Media unos flagelantes, ofreciendo sus sacrificios en el intento de aplacar la ira que el supremo vertía en forma de peste negra, en la pandemia de 1348.
Esta terrible y grotesca peregrinación interrumpe el espectáculo ofrecido por un grupo de juglares, esos artistas polifacéticos que trashumaban de pueblo en pueblo ofreciendo música y canciones con sus artesanales instrumentos.
Bergman lo plasma asombrosa y grotescamente en estas escenas:
El tema de la muerte que se lleva en su baile a los condenados y que iguala en el destino final a todas las clases sociales estuvo muy en boga en el medioevo. En unas sociedades regidas por un sistema de castas que determinaban las posibilidades individuales desde la cuna el concepto de la finitud equiparadora era en cierta medida un alivio.
En la película antes mencionada hay un fragmento (minuto 16'45'') en el que puede verse a un pintor de frescos en una pequeña capilla que retrata estos bailes en imágenes para la grey analfabeta.
Los poetas harán eco del asunto en obras varias: solo citaremos a Lope de Vega como uno de los ejemplos.
En música añadiremos al estudio de la misa (ya vimos el Dies irae de la misa de Requiem de Mozart) un poema sinfónico: la Danza macabra, de Camille Saint-Saëns, compositor romántico.
Comienza con las doce campanadas que señalan la medianoche.
Podrás escuchar los sones que invitan a bailar con la parca, los huesos de los esqueletos entrechocándose en su éxtasis en el vals lúgubre, representados con el timbre de los xilófonos.
Escucharemos a continuación la interpretación que hace de la melodía gregoriana del Dies irae el compositor romántico húngaro Ferenç Liszt, que compone un tema con variaciones.
Y en la Sinfonía fantástica de Héctor Berlioz podemos asombrarnos al reconocer esta melodía:
No hay comentarios:
Publicar un comentario