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sábado, 12 de febrero de 2022

La misa como género musical. El kyrie y el requiem.

 En esta entrada veremos someramente algunos números de las misas a medida en que vayamos escuchándolos en clase.

Básicamente, la misa es un género que se canta en latín, que es la lengua oficial de la iglesia católica. Hasta el Concilio Vaticano II gran parte de la misa se daba en esta lengua, característica que conserva aún el rito mozárabe al que podemos asistir en la Catedral de Toledo los domingos y en Concepción de Nuestra Señora, en Madrid.

La primera misa compuesta como un todo (es decir, no números sueltos) fue la de Notre Dame de Guillaume de Machaut en 1365. Simplemente, algunas oraciones se arreglaban para ser cantadas polifónicamente en vez de declamarse o cantarse monódicamente.

Guillaume compuso música para los números del ordinario de la misa, esto es, kyrie eleison, gloria, credo, sanctus y agnus dei, a cuatro voces.

El Kyrie eleison tiene solo seis palabras (ya que es el Señor, ten piedad, Cristo, ten piedad, Señor, ten piedad) pero usa el griego en vez del latín, ya que es un resabio precristiano. También el rito romano usó el griego como lengua muy brevemente.


Ya en el Renacimiento hemos escuchado del Officium defunctorum de Tomás Luis de Victoria, compuesto para los funerales de la hija de Carlos I, María, en 1603, esta bellísima pieza a 6 voces:


En el Barroco escuchamos el Kyrie eleison de la Misa en si menor de Johann Sebastian Bach:



En cuanto a los números del propio de la misa, hemos escuchado el Requiem. Este número es propio de las misas de difuntos, Missa defunctorum, u Officium defunctorum. En estas misas el ordinario no tiene el gloria ni el credo.

Requiem aeternam dona eis, Domine, et lux perpetua luceat eis.

Esa es toda su letra: Descanso eterno dales, Señor, y luz perpetua los ilumine.

Aquí verás una escena de una película ambientada a comienzos del siglo XX  -antes de que el Concilio diera más libertad a las lenguas vernáculas en las oraciones del culto-, en que se escucha el rezo del Requiem:

Hemos escuchado el Requiem del Officium defunctorum de Victoria antes citado, que comienza con las dos palabras primeras (descanso eterno) en textura monódica, para luego cambiar a polifonía contrapuntística. 

Incluyo el original gregoriano monódico:

    



En el Barroco escucharemos el Requiem de André Campra.


En el Clasicismo Mozart nos maravillará con su misa de difuntos (o misa de requiem, o misa de descanso).
Escucharemos el Requiem -del propio de una misa de descanso- y el Kyrie. Escucha hasta el minuto 8 exclusive.


En el Romanticismo escucharemos la Misa de requiem de Giuseppe Verdi.
Escucha desde el 15'50".






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