Páginas

lunes, 23 de marzo de 2020

Límites difuminados: unión de las artes, incorporación del ruido.

Veremos ahora dos obras de los años 20 del pasado siglo.
Una es un ballet, Parade, que reúne trabajos de Pablo Picasso (vestuario y decorados), música de Eric Satie y argumento de Cocteau.


Satie señaló un camino que llevaría al teatro del absurdo. Solo falta recordar los nombres de ciertas obras: Embriones disecados, Pieza en forma de pera, o que había dedicado aquellos Verdaderos preludios a su perrito, a quien solía regalar música.
Polifacético, sus escritos denotaban también su agudo ingenio y su inocente humor.
Había sido también pianista de cabarets.



Volviendo al ballet que nos ocupa, presenta personajes de circo, que son presentados por los directores de las compañías: un mago chino, dos acróbatas y una nena americana que intentan vender su espectáculo a los viandantes.
Veamos algunos fragmentos:




Presta atención a la partitura y a los elementos de ruido que incorpora.
Fíjate qué instrumentos no convencionales aparecen en el 2'30'', 2'36'', 6'08'', 6'40'', 8'23'', 10'20'', 10'46'', 11'46''.




Verás que uno de los instrumentos que usa Satie será luego utilizado en esta deliciosa pieza de Leroy Anderson en 1950:



En 1939 John Cage haría de los ruidos provenientes de instrumentos no convencionales la materia principal de su composición First construction in metal.
Se interpreta con 16 instrumentos, entre los que encontramos yunques, tambores de freno de los coches, láminas de metal, un tubo metálico que se frota sobre las cuerdas del arpa del piano, un gong de agua...






No hay comentarios:

Publicar un comentario