Algunas de ellas tienen esquemas armónicos fijos de ocho compases sobre los que se hacen variaciones.
Entre las más comunes, el passamezzo, la romanesca, la folía.
El esquema de la romanesca, en modo menor, es III / VII / I menor / V / III / VII / I menor III / I menor.
Una romanesca famosa es "Guárdame las vacas".
Escuchémosla siguiendo la armonía:
Luys de Narváez la compuso para vihuela, cordófono pulsado.
El passamezzo (antiguo en modo menor, moderno en mayor) tenía el esquema I menor / VII / I menor / V / III / VII / I menor V / I menor.
Escuchemos un ejemplo de Diego Ortiz.
La folía, en compás de tres tiempos, fue recreada por muchos compositores del Barroco (Geminiani, Lully, Marin Marais, Gaspar Sanz, Corelli y otros) también estaba en menor.
Constaba de dos series de ocho compases, la primera acabando en final suspensivo -dominante- respondía al esquema armónico I menor / V / I menor / VII / III / VII / I menor / V
Cambiaba los dos últimos compases en la segunda vuelta, para dar final conclusivo:
I menor / V / I menor / VII / III / VII / I menor V / I menor
Estos dieciséis compases van adquiriendo variaciones, de tempo, y por supuesto de melodía.
Escuchemos una folía de Corelli.
En la película "Tous les matins du monde", que relata la vida de Marin Marais y de Jean de Sainte Colombe, se oye una folía interpretada en viola da gamba.
En esa versión, sin embargo, no se respeta el esquema compositivo característico, repitiéndose la primera vuelta tres veces (la del final en dominante) antes de abordar el final conclusivo en tónica.
Muy probablemente sea una licencia cinematográfica para no alargar en demasía la escena pero que no se nos pasa por alto a quienes conocemos el tema, como me sucedió a mí y -a partir de ahora,- te pasará a ti, siempre que vayas por el mundo despierto y curioso.
Escúchala con atención y mientras repasa las siete diferencias más notorias de este instrumento con el cello según estudiamos en clase.
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